| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El secretario general del PSOE-A y senador, Juan Espadas.
El secretario general del PSOE-A y senador, Juan Espadas.

A Espadas le tiemblan las piernas ante los alcaldes socialistas

Justifica el apoyo a la reordenación de los regadíos de Doñana reconociendo el problema de los agricultores y basa la solución en las obras hídricas pendientes del Gobierno de Sánchez.

| Manuela Herreros Andalucía

Al secretario general del PSOE-A y senador Juan Espadas, le está costando justificar la abstención de su grupo parlamentario tras el debate de la proposición de Ley presentada por el PP-A, Cs y Vox , para reordenar las zonas de regadío del Condado de Huelva.

Trata de mantenerse a flote entre las presiones del presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, y los intereses de los agricultores andaluces. No es la primera vez que se ve acorralado Espadas ante los agravios de su 'jefe' a la región y la postura de tibieza que mantiene le puede costar caro.

 

En la propia sesión plenaria no se correspondía el tono crítico que utilizó el portavoz del PSOE-A, Mario Jiménez, calificando la medida como "un engaño" del Ejecutivo de Juanma Moreno, a los agricultores y trasladando la petición de la ministra Teresa Ribera de parar la ley, con el sentido de su voto.

Miedo a los alcaldes socialistas

Después de esta abstención que ha permitido que se tramite la proposición, Espadas no sabe a que carta quedarse y reconoce que existe un problema para los agricultores de esta zona próxima al Parque de Doñana, que se quedaron fuera del Plan de la Corona Forestal de 2014 que impusieron los socialistas en la Junta. Al respecto, dice que trajo "paz social", pero "no resolvió todas las situaciones y generó algunos problemas y algunas situaciones injustas para algunos agricultores del territorio".

Pero mucha paz no se nota entre estos agricultores que, respaldados por los alcaldes de estos pueblos del Condado de Huelva, acudieron al Parlamento para hacer visible su protesta. Espadas no quiere ir a la contra de su principal apoyo en la comunidad, que son los regidores socialistas y por ello ha permitido que avance el proyecto antes de oponerse a los intereses de los ayuntamientos afectados de sus mismas siglas: Almonte (Mesa convergencia y PSOE), Moguer (PSOE), Bonares (PSOE), Rociana del Condado (PSOE) y Lucena del Puerto (Independientes por Lucena y PSOE). También tiene detrás a la Diputación de Huelva que avala los intereses de los regantes y está gobernado por el PSOE.

"Los socialistas sabemos que había dos opciones: o darle la espalda al problema y, por tanto, a los agricultores y a la comarca, o buscar una solución y sentarnos a discutir todos desde el diálogo, la búsqueda de un acuerdo y desde lo que jurídicamente sea posible", ha razonado Espadas.

Espadas reconoce que hablar del acuífero de Doñana es mentir

Pero la incoherencia de Espadas llega más lejos y defiende la postura del Gobierno al mismo tiempo que afirma que el debate de los regadíos en Huelva sólo pasa por crear las infraestructuras pendientes en el territorio y por el agua superficial. Es decir, el problema tiene solución, pero el Ejecutivo de Sánchez tiene que afrontar de una vez por todas los trasvases pendientes.

El candidato a la Junta de Andalucía reconoce además que la medida no supondrá extraer más recursos hídricos de Doñana. "No sigamos hablando del acuífero, es mentir a la opinión pública y a los ciudadanos", porque "nadie está hablando aquí de eso ni el PSOE de Andalucía en ningún caso permitirá que eso se produzca", ha añadido.

El senador no quiere enfrentarse a los municipios del interior de Andalucía donde sabe que puede rascar apoyos en los próximos meses previos a las elecciones autonómicas. Trata de movilizarlos en contra de Moreno, pero ahora ha tenido que favorecer al bipartito para no atacar al municipalismo del que presume.