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Cueva de Ardales o de Doña Trinidad (Málaga)
Cueva de Ardales o de Doña Trinidad (Málaga)

El tesoro que 'esconde' el interior de Málaga como referente del arte rupestre

Las numerosas cavidades repartidas por el territorio malagueño guardan auténticas joyas de las primeras expresiones artísticas del ser humano, como son las cuevas de Ardales o La Pileta.

| Manuela Herreros Andalucía

La Costa del Sol es mundialmente conocida por los turistas que acuden al litoral malagueño atraídos por la oferta de ocio, restauración, sus playas y excelente clima. Pero cada vez son más las personas las que ponen su mirada en hacia el interior de esta provincia andaluza.

La imponente naturaleza de Málaga, con grandes montañas que rodean este litoral, gana adeptos. El recién declarado Parque Nacional Sierra de las Nieves, la Serranía de Ronda, las sierras de Tejeda y Almijara en la Axarquía, el Torcal de Antequera, son sólo algunos de los espacios naturales que atrapan a todo aquel que las visita. Sin olvidar el Caminito del Rey que se ha convertido en la estrella turística.

Desfiladero de los Gaitanes por donde discurre el Caminito del Rey.

Al aliciente de recorrer sus senderos y llegar hasta los pequeños pueblos que salpican estas comarcas, se suma a los tesoros que esconde en el interior de la tierra.

Descubrir la historia desde las profundidades

La provincia cuenta con numerosas cavidades que son lugar de conocimiento del origen y la historia de este territorio. La más famosa la Cueva de Nerja, pero hay algunos tesoros menos conocidos, pero igual de valiosos.

Es el caso de la Cueva de Ardales, situada muy cerca de los pantanos del Guadalhorce y del Caminito del Rey, que celebra este año el bicentenario de su descubrimiento y que brinda al visitante una experiencia de lo más singular y enriquecedora. También llamada de Doña Trinidad, está considerada como una de las cunas del arte rupestre prehistórico y aquí descubrirán el origen de los grupos humanos en el Valle del Turón y su entorno.

Una excursión a la que se acude con cita previa de dos horas de duración, que comienza en el Centro de la Prehistoria que se encuentra en el pueblo. Aquí se reúne a grupos reducidos para explicarles la relevancia de la cueva y los elementos encontrados en la zona. Desde este punto, los visitantes tomarán sus vehículos particulares para llegar hasta la gruta que se encuentra a una distancia de cuatro kilómetros.

Interior de la Cueva de Ardales o de Doña Trinidad

Linterna en mano, unas 10-15 personas podrán penetrar en su interior. Con mucha precaución ya que la intervención artificial es mínima en la cueva, es decir, no está iluminada y tampoco hay elementos como barandillas, ni se ha tratado el suelo. Habrá que tener cuidado ante un posible resbalón porque las filtraciones de agua siguen presentes creando las increíbles formaciones interiores, por lo que no se recomienda la visita a todos los públicos.

Una sensación inolvidable recorrer este kilómetro y medio y, bajo una luz tenue, descubrir en sus paredes las expresiones artísticas más antiguas registradas hasta la fecha, realizadas por neandertales hace entre 65.000 y 45.000 años, según la datación con uranio/torio de las muestras de las costras sobre las que están representadas las manifestaciones gráficas. Más de mil motivos adornan el interior de la cavidad, entre ellos, manos aerografiadas; representaciones de animales como ciervos, caballos, toros, aves y serpientes; figuras humanas femeninas y signos abstractos.

Aquí vivían nuestros antepasados y la veintena de restos de huesos humanos encontrados demuestran que también fue usada como depósito funerario.

Un territorio que quiere ser Patrimonio de la Humanidad

Un verdadero lujo del patrimonio andaluz que se une a un entorno lleno de sorpresas para el turista. El abrupto Desfiladero de los Gaitanes sobre el que cuelga el Caminito del Rey, las ruinas de Bobastro o los embalses del Guadalhorce, que ofrecen zonas para bañarse o practicar actividades acuáticas, son sólo algunas de las propuestas.

Este entorno, desde numerosos organismos públicos y privados, están en estos momentos luchando por conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO y desde la Junta de Andalucía se ha presentado ya la candidatura.

Esta zona de la provincia, perteneciente a las comarcas de Guadalhorce y Guadalteba, ofrecen estas y otras propuestas turísticas de lo más atractivas, Por ello, en el caso de que el interés por la historia más antigua del ser humano y sus primeras expresiones artísticas sea mayor después de conocer la Cueva de Ardales, las inquietudes pueden seguir siendo satisfechas en otros puntos cercanos como es la Cueva de la Pileta en el pueblo de Benaoján. Otra cavidad con características similares y con todo un 'museo' de arte rupestre en su interior.

Pinturas rupestres de la Cueva de la Pileta, en Benaoján (Málaga).