| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Juanma Moreno, presidente de Andalucía, el pasado lunes
Juanma Moreno, presidente de Andalucía, el pasado lunes

Andalucía no tiene miedo a una pirueta de VOX para adelantar Elecciones

El Gobierno de Moreno espera que las tensiones entre PP y VOX no vayan a más y no afecten al "cambio" en Andalucía ni provoquen Elecciones que no quieren en San Telmo.

| Javier Rodríguez Andalucía

Cuando VOX dio por rotas las relaciones con el PP el domingo, a cuento de la declaración de Santiago Abascal como persona "non grata" en Ceuta, todo el mundo miró a dos regiones: a Madrid un poco pero, sobre todo, a Andalucía. A Ayuso, pues, y sobre todo a Moreno.

Porque allí lleva tiempo el partido de Abascal pidiendo Elecciones anticipadas, sin una razón muy clara pero con una intensidad notable y el impulso, más que del presidente del partido, de dirigentes como Rocío Monasterio, convencida de una operación de dudoso beneficio.

Primero fueron los Menas realojados en Andalucía tras la crisis de la valla en Ceuta, en cumplimiento del cupo que le corresponde como al resto de autonomías; y ahora ha sido el desagradable repudio a Abascal, que casi nadie comparte en el PP pero que nadie, tampoco, quiere aceptar como propio por una abstención de los populares de Ceuta que en Génova entienden en términos domésticos.

 

Con la mitad de la población "caballa" de origen musulmán, pero de DNI y sentimiento muy españoles; se considera que un discurso tan contundente como el de VOX les acerca a lo que el Rey Mohamed de Marruecos lleva buscando años sin éxito: que rompan sus lazos anímicos con España y, al verse de algún modo denigrados, se acerquen a Rabat.

"No es equidistancia, es sentido común", explican fuentes populares a ESdiario, conscientes de que una parte de la opinión pública se ha tomado mal la actitud del PP hacia Abascal y no llega a entenderla. Pero confían en que las aguas se calmen y que las relaciones entre populares y VOX vuelvan a su cauce y la buena relación personal de Casado y su antiguo compañero se impongan a todo lo demás.

La Junta de Andalucía considera que VOX no tiene ninguna razón para romper y confía en que ayude a consolidar el cambio

Esa tranquilidad es aún mayor si cabe en Andalucía, pese a que ahí es donde VOX cree posible focalizar toda su indignación y pasarle la factura al PP, tal y como sugirió el domingo el propio Abascal al vincular los pactos con los populares a su desmarque del intento de oprobio llegado de Ceuta.

"No tienen ninguna razón para justificar un adelanto electoral", explican a este periódico fuentes del Gobierno de Andalucía, convencidas de que la sangre no llegará al río por mucha intensidad que ahora le ponga VOX al asunto. "Meterán presión, pero eso les desgastará", añaden.

El "encapsulamiento" andaluz

Ya en público, dos pesos pesados del equipo del presidente Moreno traducen esa teoría con otras palabras pero el mismo sentido. El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, lo resume gráficamente con una concepto que ha hecho fortuna en San Telmo, el del "encapsulamiento", consistente en aislar las alianzas andaluzas de lo que ocurra entre partidos en el resto de España para evitar el "efecto mariposa".

Y le recuerda a VOX que tiene un "mandamiento que es ser una de las tres patas del cambio" en Andalucía, que es a lo que nos obligaron los andaluces y que está "por encima de cualquier otra cuestión. Unas palabras casi idénticas a las del líder de Ciudadanos y Vicepresidente de la Junta, Juan Marín, alineado con la misma tesis: "Nos tenemos que aislar de todo", recalca.

 

Todo responde a una instrucción clara que Moreno ha dado, desde hace meses, y mantiene: no quiere adelantar los comicios, con una pandemia aún inconclusa y una recuperación aún balbuceante, y prefiere agotar el ciclo normal y no pasar por las urnas antes de finales de 2022.

Su hoja de ruta, por mucho que las encuestas indican que un adelanto le favorecería, no es negociable: salvo que las tensiones en Ciudadanos, nunca descartables del todo pese al férreo liderazgo de Marín; o las presiones de VOX, le obliguen a disolver el Parlamento y acudir las urnas. Sería un último recurso contra un bloqueo que, tal vez, pasaría más factura a sus inductores que a los damnificados.

Mientras, queda por conocerse la resaca que dejará un nuevo desafío de VOX al PP en Ceuta, con la presentación de una moción para revocar la declaración de "non grato" de Abascal que medirá, en unos días, la relación entre ambos partidos y su correspondiente eco nacional.