| 18 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La alcaldesa Amparo Marco y la concejala de Compromís Verónica Ruíz
La alcaldesa Amparo Marco y la concejala de Compromís Verónica Ruíz

Víctimas Franquistas: bronca entre PSPV y Compromís por un acto en Castellón

La formación nacionalista acusa la alcaldesa socialista Amparo Marco de no invitarles y el PSPV les replica alegando que se desentendió del homenaje

| Jonathan Martínez Edición Castellón

El intento de Compromís de escenificar en público las diferencias con sus socios durante un acto de homenaje organizado por el Ayuntamiento de Castellón a los represaliados del franquismo puede acabar por convertir la estratagema en un nuevo conflicto engorroso que derribe los erosionados cimientos que sustentan el Pacto del Fadrell.

La formación nacionalista esgrimió varias razones que les impidió acudir a la ceremonia, entre ellas que la alcaldesa de la ciudad, la socialista Amparo Marco, no les había invitado “ni al Grup per a la Recerca de la Memòria Democràtica ni a la concejala del área”, es decir, la dirigente Verónica Ruíz, protagonista estos días por ser la responsable del reparto de los libros de temática LGTBI en once institutos de la ciudad. Pero ahora resulta que ambas excusas son mentira. O, al menos, esa es la tesis que se desprende de las declaraciones realizadas por el consistorio y el propio Grupo de la Recerca de la Memoria Democràtica, una entidad sin ánimo de lucro nacida de la sociedad civil con el objetivo de recuperar y dignificar a las víctimas del franquismo.

La presidenta del mismo, Maribel Peris, afirma a EL MUNDO de Castellón que el motivo de su ausencia no radica precisamente por carecer de una invitación -como denunciaba Compromís- sino que a “título personal” y de “forma consensuada” decidieron plantar al Ayuntamiento en la ceremonia por la "indefinición" de la alcaldesa Amparo Marco respecto al informe sobre el callejero de Castellón. En este documento, la entidad instaba a retirar el nombre de 9 calles que la Conselleria de Transparencia dirigida por Rosa Pérez Garijo incluye dentro del Catálogo de Vestigios de la Guerra Civil y la Dictadura de Franco aprobado en el seno del Consell. No en vano, la Conselleria de Esquerra Unida califica de franquistas a personas ilustres de Castellón como el fundador del Pregón de las fiestas de la Magdalena o el farmacéutico y primer teniente alcalde desde 1948 a 1952, Segarra Ribes, mientras que la actual alcaldesa socialista no se muestra en disposición de pretender retirarlos al entender que forman parte de la historia y el patrimonio de la ciudad.

Del mismo modo, el equipo de Gobierno justifica que la concejala de Memoria Histórica, Verónica Ruiz, “sabía desde septiembre, cuando se celebró el consejo de administración de la empresa mixta Nuevo Cementerio, del que forma parte, que se iba a organizar este acto institucional desde la Concejalía de Cementerios, que dirige la socialista Isabel Granero”. 

Si bien en Compromís se mostraron en un inicio molestos por todos estos episodios y no dudaron en cargar contra el consistorio, posteriormente han querido “puntualizar” sus declaraciones alegando una “confusión “ porque “es cierto que sabíamos de antemano que el Grup de la Recerca decidió no asistir” y por ello, sus tres ediles decidieron “acompañarles en el homenaje en el monolito” ubicado fuera del monolito, junto a la orilla del Riu Sec.

 El PP reprocha los "constantes enfrentamientos"

Desde el Partido Popular de Castellón, el portavoz Popular adjunto Sergio Toledo, sostiene que este episodio de enfrentamiento en público de los tres socios de l’Acord de Fadrell -PSOE, Compromís y Podemos- “es la evidencia de lo que se viene gestando y venimos denunciando desde el Partido Popular desde hace años”.

Sus constantes enfrentamientos por cuestiones partidistas que no son prioritarias, que solo les interesan a ellos, retrasan lo que sí es prioritario y urgente para los castellonenses. Sus conflictos acaban pasando factura a los 

En opinión de los Populares, "la división social que fomentan con cuestiones como la retirada de la cruz del Ribalta, la eliminación de ilustres del callejero, el cambio del topónimo, donde hemos perdido la denominación oficial en castellano y ahora con el revisionismo histórico, solo les lleva a anteponer sus intereses partidistas, a las necesidades reales de los castellonenses”, concluye Toledo.