¿A qué se debe la incesante moda de los desnudos en la red social fotográfica por antonomasia? Es toda una epidemia y aquí mostramos los ejemplos más sonados en lo que va de año.
El exhibicionismo es uno de los factores más determinantes de la sociedad moderna: enseñar en las redes sociales tu vida, utilizarlas para promocionarte o consolidar una marca, forma parte ya de los hábitos cotidianos de anónimos y de celebridades.
En un ámbito más serio, esa sobreexposición pública y el deseo de fama explica incluso muchos de los crímenes en masa que se cometen en incontables institutos de los Estados Unidos. La clave puede estar en un estudio elaborado recientemente por la Universidad de Harvard citado por CNN. En él se demuestra, por primera vez, algo que ya se sospechaba: la búsqueda de popularidad y el efecto imitación pueden estar detrás de la reiterada irrupción de criminales en las aulas, por ejemplo.
Sin llegar obviamente a ese extremo, y por razones bastante más agradables, los posados desnudos forman parte de esa percepción de que hay que enseñarlo todo para lograr ser alguien o para consolidar tu fama y hacer de ella la mejor manera de gozar de un alto nivel de vida.
Sólo así se explica el auténtico alud de posados en pelotas que, en lo que llevamos de 2018, han protagonizado celebridades de todos los ámbitos y de ambos sexos. Y aquí algunos ejemplos, todos ellos extraídos de los perfiles públicos de las siguientes personalidades en Instagram, unos por placer, otros por devoción y casi todos con interés comercial:
Neymar, jugador del PSG
La modelo Nieves Álvarez
Arturo Valls, siempre en tono cómico
Kim Kardashian, la famosa sin ocupación
El actor español Octavi Pujades
Cristina Pedroche, siempre inevitable
Si al otro lado de la cámara están ellos, a éste estamos nosotros, voraces devoradores de los medios sociales. Y es que dedicamos una media de 2 horas y 15 minutos diarios a consultar nuestras redes sociales, a parte del tiempo que empleamos para navegar por Internet: unas 68 horas mensuales, casi tres días viendo lucir palmitos o lo que sea menester.