| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Emma Garcia la ha vuelto a liar
Emma Garcia la ha vuelto a liar

Emma García mete la pata con un 'numerito' al aire libre y le cae una buena

La presentadora de 'Viva la vida' dejó de piedra incluso a sus seguidores más acérrimos organizando una pequeña escena que ha escandalizado en las redes sociales.

| ESchismógrafo Chismógrafo

Emma García ha vuelto a ponerse en el ojo del huracán con otra controvertida decisión en la dirección de 'Viva la vida'. Y hasta sus seguidores más acérrimos han criticado una conducta que consideran impropia en plena crisis sanitaria por el coronavirus.

Sucedió en el programa de este sábado. Éste arrancó con la presentadora en los exteriores de los estudios de Telecinco y todos los colaboradores que fingían estar participando en una manifestación a favor de su compañero José Antonio Avilés por el concurso que está haciendo en ‘Supervivientes 2020’.

 

Nada que objetar si no fuera porque los colaboradores se situaban muy juntos los unos de los otros y sin medidas de protección, algo que contradice por completo las medidas de seguridad que han lanzado desde el Ministerio de Sanidad para evitar la propagación del coronavirus.

La separación entre colaboradores

Todo un contraste con lo que se ve en otros programas de la cadena de Fuencarral, como ‘El programa de Ana Rosa’ o ‘Sálvame’, que han recortado al máximo la presencia de colaboradores. En el caso del segundo, el programa ha dejado de emplear sus conocidas mesas para usar sillones individuales con una distancia prudencial de modo que se evite que los colaboradores estén cerca los unos de los otros.

En cambio, ‘Viva la vida’ optaba por poner a sus colaboradores muy cerca obviando la medida de seguridad de un metro y de hecho muchos espectadores han destacado que habría como mucho 20 centímetros de distancia entre unos y otros, entre una lluvia de críticas en las redes.