| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La Reina Sofía explota y se sincera en privado sobre el drama que la consume

La Familia Real ya no es lo que era. Desde que se destapara el escándalo Urdangarín, ha saltado por los aires. Ya solo sale en la foto Doña Sofía, que últimamente tiene otro frente abierto.

| ESdiario Chismógrafo

No corren buenos tiempos para la familia real. Y es que el clan no es ni sombra de lo que fue desde que el escándalo recalara en palacio por obra y gracia de Iñaki Urdangarín. Hacía tiempo que el asunto se cocía pero nadie imaginaba que fuera a estallar con tal virulencia. A la Infanta Cristina le aconsejaron que se divorciara. Sin embargo, no aceptó y decidió condenarse a una vida de exilio y ausencia. Ya no forma parte de los veraneos en Palma, ni de las navidades en Zarzuela… Está en el ostracismo más absoluto. No obstante, ella, la mediana de los hijos de los reyes eméritos, confía en que algún día se obre el milagro y llegue la rehabilitación.

Su estela la siguió también la Infanta Elena. Se temió entonces que su comportamiento no hubiera sido ejemplar y de ahí que se la apeara de obligaciones públicas. Como puede verse, apenas tiene presencia social. Y si alguna vez concurre a un acto de relumbrón, como la celebración del día de las fuerzas armadas, se le reserva un más que discreto lugar.

El rey emérito se ha borrado de las obligaciones reales o bien le han borrado. No se sabe muy bien. Más bien pinta que lo segundo, de otro modo no se entiende que se armara tanto follón cuando Arévalopublicó una imagen de una comida compartida con Don Juan Carlos, la Infanta ElenaBertín Osborne y otros más. Parece que el padre del Rey Felipe VI es feliz viviendo a su aire.

Así las cosas, la única que todavía sigue teniendo algo de protagonismo es Doña Sofía. La hemos visto acompañando a los Reyes en actos de importancia, como la entrega de los premios Príncipe de Asturias o la recepción con la que el soberano obsequia a las autoridades en Palma al final del verano. Daba la sensación de que la soberana se llevaba bien con su hijo y su nuera. Sin embargo, las cosas no pintan nada bien con Doña Letizia, que no deja que Doña Sofía ejerza de abuela con las infantas tanto como le gustaría. Y eso que las tiene al lado pero, nada, imposible.

Al respecto, la periodista Pilar Eyre explicó que la Reina emérita, en una reunión familiar, se desahogó sobre esta cuestión: “No sé ni cómo están (Leonor y Sofía). No las veo nunca. No me dejan verlas. Yo que vivo al lado no puedo ir a su casa. Y, sin embargo, la madre de Letizia está siempre ahí”. Sin duda, un gran dolor el que lleva dentro. Pero no es la única, porque según Jaime Peñafiel, la infanta Leonorse habría quejado a una compañera de clase "de que su mamá no la dejaba ver a su abuela más querida y que papá no podía hacer nada porque era ella quien mandaba". Como puede comprobarse, el drama está servido. En este punto hay que recordar que la reina Letizia se ha ocupado y preocupado porque su madre tenga contacto con sus niñas. Paloma Rocasolano va un par de veces a la semana a recoger a sus nietas. Les da la merienda, juegan y hacen los deberes. Además, cuando los reyes tienen que viajar, es ella quien se queda a cargo de las infantas.

El hecho de que cada vez sean más los periodistas acreditados que aborden esta cuestión hace que la imagen de doña Letizia se vea muy perjudicada porque ahonda en ese fuerte carácter que algunos le censuran. Pasan los años y la soberana no consigue conectar con una parte de la sociedad. No beneficia la actitud que ella y el rey mantienen a propósito de sus hijas. No desean que se vean expuestas ante el ojo público, de ahí que las resguarden con un celo que sorprende. Tantas han sido las críticas al respecto que quizás sean las responsables de que se haya facilitado la primera imagen oficial de la heredera.

La misma fue tomada el día del desfile de las fuerzas armadas y de ahí la coincidencia de vestuario. La pequeña luce sonriente y muy guapa. Para nada se la nota nerviosa. Da la impresión de que está acostumbrada a llamar la atención. Quizás sus padres deberían dejarse llevar por su naturalidad y no ser tan rígidos. Ya se lo aconsejó en una ocasión la Super Nanny a doña Letizia, que fuera menos exigente y más laxa con las pequeñas.