Desgarradoras declaraciones de Marta Valverde tras la muerte de su padre

Sin poder contener el llanto, con un hilo de voz y completamente destrozada por la pena, así me encontraba a Marta Valverde cuando he contactado con ella tras la reciente muerte de su padre. La familia y los más íntimos, acababan de llegar del cementerio donde ha sido incinerado Lorenzo Valverde.

Aún en shock Marta responde a mi llamada. El actor falleció a las cinco de la mañana de este pasado martes en el hospital madrileño donde llevaba tan solo dos días ingresado. Haciendo gala de una profesionalidad sin límites, heredada de su padre, Marta atiende mi llamada en un momento en el que la pérdida de un ser querido te resta las ganas de todo: “Quiero agradecer el cariño de todas las personas que nos han dado el pésame y que sienten la muerte de mi padre. Estoy respondiendo a los mensajes y llamadas que han sido muchísimas”.

Lorenzo Valverde ha fallecido a los 88 años y no a los 91 como han publicado otros medios, aclara Marta. El actor ya contaba con una edad avanzada pero nada hacía presagiar una marcha tan fulminante, porque aún con los achaques propios de la vejez, el actor aún se manejaba bien: “Durante el confinamiento sufrió una caída y se rompió la cadera, estuvo ingresado y poco a poco se recuperó. El encierro tan prolongado le hizo mella y mermaron sus capacidades cognitivas y de movimiento, pero se mantenía siempre con humor y con ganas de hacer cosas, por su cabeza hasta pasaban deseos de nuevos proyectos, imagínate”, me cuenta una Marta emocionada con el recuerdo de su padre.

Es incapaz de contener el llanto cuando recuerda esos últimos minutos con su padre en la cama de la habitación del hospital: “Nos llamaron el lunes a las doce de la noche para que nos despidiésemos de mi padre. Vimos como en cuestión de horas se apagaba, le cogí la mano y le dije lo mucho que le quiero, mi hijo Blas también lo hizo y sentimos que él sabía que estábamos allí y que era consciente de su marcha”.

Los últimos meses de la vida de Lorenzo, Marta los recuerda con ternura, la fragilidad de su padre la conmovía: “1.000 veces al día le decía a mi padre lo mucho que le quería. Mi hermana Loreto y yo hemos tenido la suerte de disfrutarle, hemos hecho muchas giras con él y muchos programas de televisión. Mi padre nos enseñó a valorar la profesión, a quererla y a respetar a los veteranos. Supo disfrutar de la vida. Mi hermana y yo nos quedamos con ese legado de mi padre”.

Mari Carmen, su mujer no se separaba de él, juntos han vivido décadas de amor y tanto Marta como su hermana Loreto la adoran: “Para nosotras Mari Carmen es como una hermana, mi madre también la quería mucho. Siempre hemos sido una familia muy unida”.

Son tiempos difíciles para las hermanas Valverde, siempre tan queridas por el público. Sus comienzos de la mano de su padre y sus intervenciones en televisión en la década de los noventa, las llevaron a la fama, ellas son artistas que aún en los peores momentos sacan su cara más amable. Hay quien debería tomar nota…

Marta vive volcada en el teatro, ha encontrado en los musicales un filón que la hace imparable, forma parte del elenco de La Magia de Broadway, Annie y El maravilloso Mago de Oz . Además ultima los preparativos de Esposada que ella misma dirige. Y como toca todos los palos, está rodando un corto titulado Con los órganos no, que trata la temática de la donación de órganos. Escrito y dirigido por la propia Marta, es un thriller que dedica a su madre, que cuando falleció donó sus órganos. Su hijo Blas que sigue los pasos artísticos de la saga familiar será protagonista junto a Luis Larrodera.

"No me planteo buscar novio en redes sociales, en todo caso prefiero que me lo presenten, como a Ágatha Ruiz de la Prada"

Con tanta actividad laboral Marta no le dedica mucho tiempo al terreno sentimental: "Hace cinco años que no tengo pareja, estoy feliz así. No me planteo buscar novio en redes sociales, en todo caso prefiero que me lo presenten, como a Ágatha Ruiz de la Prada que conoció a su nuevo novio por unos amigos, pues eso quiero yo, además uno de ese estilo que no está mal", concluye con su inevitable sentido del humor, aludiendo a la relación de la diseñadora con el atractivo empresario.