Lo que no se vio en la Pascua Militar: serios problemas para Leonor y otro incidente
La Princesa de Asturias afrontaba este lunes 6 su segunda cita con el Ejército en el día de Reyes y esta vez fue más accidentada que la primera: el protocolo tiene la culpa

Leonor, Doña Letizia y Margarita Robles, bajo el frío de Madrid este 6 de enero.
Madrid registraba este pasado día de Reyes 6 de enero una típica mañana invernal, de las de antes. Cielo plomizo, viento y frío de Navidad. Intenso si se está mucho tiempo a la intemperie.
Poco antes de las 12:00 del mediodía, todo estaba listo en la Plaza de la Armería, justo en frente de la Catedral de la Almudena, para la llegada tanto de los Reyes Felipe VI y Doña Letizia como de la Princesa Leonor. Los tres eran los encargados, como ya sucedió hace un año, de presidir la Pascua Militar junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Según ha podido saber ESdiario, la tensión, además del frío, dominaba en esa explanada en la que sopla con fuerza el viento, una tensión derivada del nada disimulado enfrentamiento de La Moncloa y Sánchez contra la Casa Real.
Con puntualidad, la comitiva real bajaba del coche y la señal institucional (las imágenes que se ofrecen en pool para todos los medios de comunicación) ya se encontraba grabando su llegada.
A la vista de unos pocos, quedaba al descubierto un serio problema de la Princesa Leonor relacionado con su vestimenta. Bernardo Francisco de Lizaur Cuesta, actual jefe de protocolo de La Zarzuela (y la sombra de los miembros de Casa Real cada vez que protagonizan un acto público), se percató de un pequeño problema con el uniforme de gala de la Armada de la heredera, el cuerpo del Ejército donde cursa estudios desde que ha comenzado su formación militar en la Escuela Naval de Marín en la provincia gallega de Pontevedra.
El pantalón de la Princesa de Asturias e había quedado enganchado con uno de sus zapatos. Un mínimo fallo por el que Protocolo intervino al instante y casi de forma invisible mientras procedían a saludar a las autoridades que les daban la bienvenida evitando así cualquier tipo de traspiés.
Pero este serio problema con el vestuario, que podría haber causado incluso una caída de Leonor, no fue el único en un día complicado para la heredera. Segundos después, esta vez mientras sonaban los cañones (las 21 salvas) y el himno nacional, cuando otro enemigo estuvo a punto de causar otro incidente, El ahora nuevo enemigo se trataba del viento, que empezó a soplar de manera muy fuerte justo en esos instantes en que tanto los Reyes de España como su primogénita debían permanecer inmóviles. Por suerte, más allá de sus rostros de incomodidad y cierto esfuerzo para que no perturbase el protocolo, todo se quedó en una anécdota de la que algunas asistentes se percataron.
Y el esperado discurso del Jefe del Estado
Tal y como les informaba ESdiario, al margen de estas anécdotas el acto se desarrolló con total normalidad. El Rey Felipe VI se dirigía a los presentes afirmando que el acto "es un homenaje debido a los hombres y mujeres que las integran, y que no ahorran un ápice de esfuerzo ni de compromiso en nuestra defensa y seguridad, en el servicio a España. Es también, una celebración de los valores que nos inspiran como militares; algunos valores que vienen de antiguo, pero sobre todo los valores que se expresan en nuestras Reales Ordenanzas y en el ordenamiento jurídico a partir de la Constitución de 1978", pronunciaba el Jefe del Estado.
"Mi felicitación a todos vosotros, compañeros, manifiesta una vez más, un sentimiento muy arraigado en el conjunto de la sociedad española, y es testimonio del orgullo que siento como militar ya desde hace 40 años, y 10 con la responsabilidad de ser vuestro Mando Supremo", destacaba el Rey, que entregaba un total de 20 condecoraciones este lunes en el Salón del Trono.

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