Lluvia de críticas y reproches a Dulceida por su comportamiento de diva

Dulceida la ha armado, y bien gorda. Y es que a la bloguera, itgirl, influencer y no se sabe cuántas cosas más, no se le ha ocurrido otra que avisar que durante sus vacaciones no se hará fotos con sus fans: “Menorca! Si me veis por la playi saludarme pero no me haré fotis (en otro momento claro que sí, ya lo sabéis, nunca digo que no). Pero en la playa quiero descansar e iré con unas pintas importantes. Jajaja. Os amo”. Rápidamente, una catarata de críticas se ha desatado contra la blogger. Algunos le reprochan su comportamiento y recuerdan que cada vez está más alejada de esa gente que la ha convertido en lo que es, y no les falta razón. La verdad es que no hay necesidad alguna de hacer lo que ha hecho la diva, pues su situación económica es solvente y puede permitirse el lujo de veranear en lugares exclusivos donde la privacidad es total.

Realmente, ¿qué más da hacerse fotos en la playa o en la ciudad? Al fin y al cabo en cualquier lugar pueden pillarte sin maquillar, mal peinada y con un look desaliñado. Lo de Dulceida ya es el colmo de la tontería. Tiene toda la pinta de que ha escrito el polémico mensaje para que se líe y petarla en redes. No es cuestión baladí que tu nombre sea TT, pues los followers crecen y se multiplican las visitas. ¿Quién sabe si la bella está llevado a cabo tácticas de marketing de guerrilla? Que son las que se utilizan para ganar seguidores en redes sociales sin gastar ni un duro. Mucho sabe de esto el yerno de Donald Trump, que consiguió que todos los focos fueran a su suegro durante la campaña electoral a base de mensajes que provocaban reacciones de ida y vuelta.

La influencer catalana en una de las reinas de las redes sociales. Son muchas las firmas que desean contar con ella para hacer acciones publicitarias. Y aquí está el problema de todos los bloggers que alcanzan el estrellato, que se han convertido en hombres y mujeres anuncio. Por lo cual, mirar sus muros, es ver publicidad. En su caso, Dulceida, para evitar críticas, asegura que solo trabaja con marcas que le gustan. Sin embargo, resulta difícil creerla, y más cuando te ofrecen un montón de euros por lucir tal o cual prenda o complemento.

El 2017 era el año en que Dulceida tenía que escribir un libro. Ella misma lo anunció en enero. Sin embargo, su mala organización, pues abarca más de lo que puede a nivel laboral, ha hecho que el proyecto no salga adelante. Lógicamente, esto de prometer y no cumplir no ha hecho ninguna gracia a la editorial, que ya había avanzado a los vendedores que la obra estaría disponible en una determina fecha. La influencer debería ir con cuidado y quedar bien con quienes le proponen trabajos. La vida es una noria y todo lo que sube, baja.