La mala suerte se ceba con Tamara en El Hormiguero y complica su paseo al altar

Recién llegada de una romántica y lujosa escapada de cuatro días con Íñigo Onieva a París, y a tan solo dos meses de su boda, la mala suerte se ha cebado con Tamara Falcó en su cita semanal con El Hormiguero. Y es que la hija de Isabel Preysler ha sufrido el primer esguince de toda su vida al caerse minutos antes de comenzar el programa. Para sorpresa de la audiencia (y preocupación de sus seguidores) la marquesa de Griñón ha entrado al plató caminando con ayuda de dos muletas; eso sí, sin perder la sonrisa en ningún momento.

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"Venía corriendo a la tertulia y como me gusta llevar los zapatos un poco grandes, me he caído. Aquí venimos lisiados, Show must go on. Es mi primer esguince", reconoció resignada y con sentido del humor.

Nada que ver con su compañero de tertulia Juan del Val, que se considera todo un experto en esto de fracturas ya que contabilizó unas 17 escayolas puestas en toda su vida. De hecho, recordó un día que le quitaron una de la pierna y horas más tarde acudió al mismo centro de salud a que se la pusieron en el brazo.

Tamara Falcó toma medidas inmediatas para evitar males mayores

Mientras tanto, Falcó, sin perder la calma, y convencida de que este traspiés no afectará a su enlace (aunque tal vez complique un poco su paseíllo hacia el altar), Tamara aseguraba que ya había hablado por teléfono con su fisioterapeuta de confianza y que iba a poner solución cuanto antes a su desafortunada lesión.

Dicho y hecho. Sin tiempo que perder, la socialité se marchaba directamente desde el plató de Antena 3 a una clínica de guardia en el centro de Madrid (en cuya puerta se podía leer quiromasajista) para intentar solventar esta "mala pata" que podría complicar su boda de no tratarse a tiempo.

Tamara Falcó, acompañada en todo momento por su perrita Jacinta

Tras varias horas en el interior, y ya entrada la madrugada, la hija de Isabel Preysler salía de la clínica con la única compañía de su perrita Jacinta (que la acompañó al programa en esta ocasión) y con la ayuda de unas muletas con las que caminó con dificultad hasta el coche que la esperaba.

Ideal hasta en estas circunstancias con un tres piezas de pantalón sastre, blazer y chaleco en color crema, y sin perder la sonrisa en ningún momento, la marquesa afirmó que se encuentra "bien" y reveló que su visita de urgencia al centro quiropráctico ha dado sus frutos porque le han "recolocado muy bien" el tobillo.

Sea como fuere, cuando no es por una cosa es por la otra pero siempre que le toca tertulia semanal en El Hormiguero a Tamara Falcó al día siguiente se termina hablando más de ella en titulares que del propio invitado estelar o estrella internacional del programa. Este jueves le tocó el turno de sufrir la sordina de la marquesa de Griñón al cantante Ozuna en una noche en la que el programa de Trancas y Barrancas anotó un 13.3% de share y 1.843.000, lejos de lo que hicieron el día anterior Jesulín y Albert Espinosa (16.5% y 2.259.000).

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