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Rocío Carrasco, contar la verdad “para salvar a Fidel”

El pasado miércoles, Fidel Albiac demostró que controla las situaciones difíciles con maestría. Y su experiencia en este terreno se remonta a hace a una década, al menos.

| Jesús Manuel Ruiz Chismógrafo

 

No es una guerra. Aunque lo pueda parecer. Hay quienes se empeñan en situar a los periodistas en un bando. Los periodistas cuentan historias. No son jueces. Cuentan lo vivido desde un oficio, el de contador de historias. Para historias de guerras está la pluma de Juan Eslava Galán. Él sí habla de guerras. Nosotros parece ser que sí. El 21 de marzo comenzaba la docuserie de Rocío Carrasco. Esta noche de domingo se emite el episodio séptimo después del punto de inflexión del pasado miércoles con la aparición en escena del sevillano Fidel Albiac.

Desde su domicilio familiar, Fidel Albiac dibuja su semblanza. Su retrato de hombre apartado de esta historia ‐como si le fuera ajeno‐. El marido de Rocio Carrasco no quiere hablar de Rocío Flores. Le comenta a la periodista María Patiño que eso se lo diría en privado. Es una opción. Como opción todo es posible pero también cabe la posibilidad de que lo haga sentándose en un plató con todo el boato espectacular que tienen los focos de la televisión. El mejor escenario para un testimonio.

El pasado miércoles Fidel Albiac demuestra que controla las situaciones difíciles con maestría. Lejano, distante e intentando justificar que la prensa no había contado la verdad acerca de su vida. Todos tienen derecho a su testimonio. ESdiario fue testigo de cómo trabajaba la prensa del corazón hace una década Fidel Albiac. En aquel momento es novio de Rocío Carrasco.

Fidel Albiac no ha estado ajeno a la prensa del corazón. Ha estado y ha vivido de esto. Al menos en parte

Curso escolar 2011/2012. Esto no es el colegio pero lo parece por la historia que se va a contar. Antena 3 televisión. Fidel Albiac y su novia llegan a la televisión privada para negociar a la serie que quería vender a la ahora Atresmedia. En aquel momento, en la pareja se sabe quien lleva las riendas del asunto. A quienes trabajaban en aquel momento en la cadena de Planeta se le aconsejó que era mejor no decir nada de Rocío Carrasco y menos de Fidel. En aquel momento la pareja es poderosa porque en su mano está la venta de una serie. El poder no lo tiene la prensa. Lo tienen ellos. Rocío y Fidel deciden. La prensa de aquel momento es aconsejada con ser neutros porque así quedaba más contento Fidel Albiac que era quien “partía el bacalao” en aquel asunto de la serie “Como las alas al viento”.

 

 

Fidel Albiac no ha estado ajeno a la prensa del corazón. Ha estado y ha vivido de esto. Al menos en parte. En la exclusiva de la boda en la revista HOLA fueron protagonistas los dos. Gran diferencia con la boda de Belen Esteban donde su marido Miguel decide no entrar en el juego del personaje público ‐ya sea famoso o popular‐. Fidel es más personaje famoso que popular. No se ha hecho conocido por su trabajo de abogado sino por su relación con la hija de una gran artista. La diferencia entre popular y famoso. Derecho Civil en su rama de Honor, Intimidad y Propia Imagen.

 

Rocío Carrasco ha protagonizado cientos de portadas de la prensa del corazón. Los hijos de Raphael no han salido. El respeto empieza por uno mismo. Y el negocio también. Entre Raphael y Rocío Jurado no había diferencias en grandeza. Entre sus hijos ‐y sus matrimonios el tiempo tendrá la última palabra. O la penúltima palabra. Volviendo al origen y al tema de la guerra de Eslava Galán, esta guerrilla no tiene vencedores ni vencidos.

De momento Rocío Flores empieza a perder y Fidel Albiac empieza a ganar. Según lo visto hasta el momento y según el testimonio. Una impresión de espectador periodista o periodista espectador