Estas son las cuatro parejas que rechazaron ir a "La isla de las tentaciones"

En las tres ediciones que lleva en antena ha demostrado ser una garantía de éxito para las audiencias de Mediaset y todo lo que toca lo convierte en oro. La isla de las tentaciones es el reality de moda, del que todo el mundo habla en los corrillos y tertulias de café y, cómo no, también en las redes sociales.

Por una jugosa cantidad de dinero parejas más o menos conocidas por el gran público se arriesgan a perder a sus parejas o terminar como el rosario de la aurora, pero parece que a la mayoría le compensa no solo el módico precio sino la increíble relevancia mediática que adquieren al salir de la isla... aunque sea sin sus respectivos.

Sin embargo, no todo el mundo está dispuesto a pagar un precio tan alto por un trabajo, o tan bajo, según se mire.

De hecho, Información recoge al menos cuatro que se negaron a ir por una razón o por otra. Es el caso de la protagonista del inolvidable Un príncipe para Corina, Corina Randazzo, que explicó en su canal de Youtube que en La isla de las tentaciones "lo fuerzan todo" y "te ponen en una situación donde te fuerzan a portarte mal y a hacer cosas que no harías… Encima lo que le muestra a la pareja, son montajes; no es la escena completa”. Algo que, a su juicio, significa entrar "dispuesto a perder a tu pareja porque en eso consiste el programa, es el único objetivo”.

También se negó a participar Amanda Rodríguez, gran enemiga de Marta Peñate en Gran Hermano y cuyo reencuentro en la segunda edición del reality habría sido explosivo. Claro que ella y su novio Edu rechazaron la oferta por considerarla muy baja.

También de la cantera de Gran Hermano procedía Beatriz Retamal (ganadora de la 17 edición) y también exconcursante de Supervientes, fue tentada para la tercera entrega junto a su pareja Adrián, pero la cosa no cuajó.

En cuanto a la influencer Patricia Domínguez, alias Patrizienta, con sus más de 160.000 seguidores en Instagram consideró que la oferta que le hizo la productora era "una broma", dado que ganaba más quedándose en casa y cuidando de su propio negocio.