De cómo Natalia Figueroa metió la pata con Raphael antes de casarse con él

Este jueves se estrena el documental de Raphael. Una serie de cuatro capítulos producida por Movistar. ESdiario ha tenido acceso a todo el documento gráfico y testimonial contado en primera persona por el protagonista. Raphael se desnuda por completo para mostrar su vida, sus orígenes, sus periodos de escasez, su gran día. El día que cambió su vida para siempre. Y la hora donde Raphael levantó un teatro, el Teatro de la Zarzuela. 22,45 de la noche de aquel 3 de noviembre de 1965.

Pocos apostaban por su éxito. Tres horas de concierto en directo. Ni siquiera su discográfica confiaba en este concierto. Apostó Raphael y ganó. En aquella época actuaba en el La Zarzuela, Antonio El bailarín. En su noche de descanso, Raphael le pide que si puede dar un concierto. Su compañero le dice que sí. Entonces, aún no conoce a Natalia Figueroa.

Cómo Natalia Figueroa se confundió con Raphael

Casualidades de la vida, la hija del Marqués de Santo Floro circula muy cerca del Teatro de la Zarzuela y ve el cartel anunciador de quien tiempo después se convertiría en su esposo. Natalia Figueroa comenta "Menudo batacazo se va a dar este joven". En esto se confundió Natalia. En lo demás estuvo a su lado hasta hoy. El gran apoyo del aquel joven que sale de Carabanchel para triunfar en Benidorm.

Raphael llega a Madrid con 9 meses. Su padre es trasladado de Linares a la capital. Es ferralista. Albañil del hierro. Llegan al barrio de Cuatro Caminos. Muy cerca de Rocío Durcal tiempo después. Son acogidos en la casa de una tía abuela. Durante años viven en este barrio tan madrileño. Al fallecer la propietaria, los invitan a salir rápidamente del domicilio.

Los padres de Raphael se trasladan a Carabanchel. En este barrio obrero, una mañana de verano de 1962 junto a sus compañeros competidores parten en autobús a la costa levantina. La costa del rascacielos.

23 de julio. El premio, 100.000 pesetas. Una cantidad que le permite dar la entrada de un piso en zona noble de Madrid donde vivieron sus padres. La vida había cambiado para los Martos. La estrella había nacido. Una estrella que sigue brillando cada vez que se levanta el telón. Y más cuando es en el Teatro de la Zarzuela.