La presentadora se ha sometido a un chequeo donde se ha confirmado la preocupación que ya tenía, aunque piensa tomar cartas en el asunto antes de pueda ir a más.
Ya le preocupaba de antes, pero el asunto comienza a ser serio para Toñi Moreno. Y piensa atajarlo, por el bien de salud primero y por el de su carrera profesional después.
Todo ha partido de una revisión médica que suele realizar cada año para comprobar que su vista está bien. La periodista gaditana ha animado a todas las personas a que acudan periódicamente al oftalmólogo. "Yo antes era un desastre pero ahora intento cuidarme más", ha confesado.
La presentadora ha reconocido que, hasta ahora, evitaba ir al médico a toda costa. "Tenía que estar muriéndome para ir", ha apuntado, pero ya no es así.
Todo cambió hace unos años cuando, viendo la televisión, se dio cuenta de que veía de manera borrosa. "Fui al médico pensando que sería vista cansada y me dijeron que tenía miopía", ha explicado. La presentadora ha contado que, según el médico, esto podía deberse a que ella hubiese sufrido un gran shock.
"Fue justo el año en el que había fallecido mi padre", ha comentado. Sin duda, este duro golpe pudo ser el causante de los problemas de vista que comenzó a tener.
Ahora, Moreno acude cada año para ver que todo sigue funcionando correctamente y para evitar que sus ojos puedan verse más dañados. "Podemos evitar quedarnos ciegos", ha recalcado. Además, ha confesado que está comenzando a utilizar una ortodoncia invisible para corregir su dentadura. "Vais a terminar pensando que soy la hermana joven", ha bromeado.