| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Gloria Mohedano, objeto de los dardos de su sobrina.
Gloria Mohedano, objeto de los dardos de su sobrina.

El feo gesto de Gloria Mohedano a Rocío Carrasco al morir Jurado hunde Mediaset

No solo José Ortega Cano salió trasquilado de la última intervención televisada de la hija de Rocío Jurado. Uno por uno va ajustando cuentas con los miembros de su familia materna mediática.

| Candela Alba Chismógrafo

En la última entrega de En el nombre de Rocío, no sólo se abordó el tema de José Ortega Cano con todo lo que conlleva, sino que Rocío Carrasco desveló nuevos detalles sobre su familia materna que dejan la imagen de los Mohedano a los pies de los caballos. En concreto la de su tía Gloria.

Y es que cuando Rocío Jurado fue enterrada en Chipiona, su localidad natal, toda su familia fue hasta allí desde la casa de La Moraleja, por lo que tuvieron que volver allí a recoger sus coches tras la ceremonia.

Amador Mohedano, Rosa Benito y sus hijos "estuvieron un momentillo y se iban a su casa a descansar", pero según contó Carrasco, Gloria Mohedano estuvo más y le dio tiempo a hacerle un desafortunado comentario a su sobrina.

Y es que cuando Rocío volvió a entrar a la casa de su madre, se le vino "el mundo abajo porque de repente veía su casa sin ella. Estaba llena la casa y yo la veía vacía porque ella ya no iba a estar".

Rocío Carrasco y el desafortunado comentario de Gloria Mohedano

"Me senté en un sofá del salón para tomar aire y en ese momento entró Gloria en la casa, vino donde yo estaba, me dio un beso y un abrazo y se sentó a mi lado. Y me dice: Lo que a mí sí me gustaría para mi casa es ese mueble", relató.

Unas palabras que la dejaron totalmente descolocada. Ante su cara de estupefacción, Gloria insistió: "Sí, que ese mueble me vendría a mí muy bien para mi casa de Sevilla". Entonces Rocío Carrasco se levantó y se dirigió a la cocina, donde estaba Fidel Albiac, al que le dijo en ese mismo momento que se marcharan de la casa.