Con Belén Esteban fuera de juego Sálvame desentierra lo "nuevo" de Toño Sanchís

Tras un largo conflicto judicial, Toño Sanchís perdió la batalla contra Belén Esteban y tuvo que dejar su casa, que ahora es de la colaboradora de Sálvame. 

Mientras la princesa del pueblo se encuentra confinada actualmente en su casa de Paracuellos del Jarama por ser paciente de riesgo ante el coronavirus, en su programa han decidido analizar exhaustivamente el caso de Toño. 

El as en la manga de Toño Sanchís pone a calentar los pasillos de Telecinco

Sanchís fue notificado pero apuró los plazos judiciales tanto que se mudó 24 horas antes de que expirara el plazo. Según María Patiño, creía tener un “as en la manga”, algún tipo de condicionante que, él creía, le permitiría continuar en su casa: “Pensaba que no se iba”. Sin embargo, no fue así y el exrepresentante tuvo que marcharse.

La propia Belén Esteban lo mostró en una exclusiva en la revista Semana. Tras entrar en la casa que fue de su representante se encontró con un regalo de Toño: una cabeza gigante de atún metida en un congelador y, como habían cortado la luz, ya empezaba a “oler”. Y no fue lo único que encontró: suciedad incrustada en los baños, basura esparcida por el suelo, una alfombra de cables, boquetes, enchufes arrancados…

La venganza más escatológica de Toño Sanchís contra Belén Esteban: caca y basura

En cuanto al nuevo destino residencial de Sanchís, primero se dijo que podría haber alquilado un piso en Majadahonda, cerca de donde tenía la oficina. Sin embargo, parece que finalmente no fue así.

El camión de mudanzas llegó a una exclusiva zona de Madrid, en concreto, a una urbanización de Las Rozas. Según los vecinos, se trata de un barrio muy tranquilo con pisos de viviendas de máximo cuatro dormitorios. Tienen seguridad las 24 horas y zonas comunes que incluyen pádel y piscina. Por todo ello, se paga una cuota de 200 euros de comunidad.

Nada más conocerse que allí podía estar el nuevo hogar del representante, los vecinos se quejaban: es un barrio tranquilo y no querían que la llegada de alguien famoso perturbara esa calma.

Sin embargo, una vecina  dio la pista definitiva al programa de Telecinco: no habían alquilado ni comprado una casa nueva. Estaban en casa de los padres de Lorena. Una vivienda de tres dormitorios y una gran buhardilla.

Eso sí, la vecina no se mostró muy contenta: "No nos gusta que estén, los señores (los suegros de Toño) son encantadores, pero ellos llegan tarde, no salen y hacen mucho ruido dentro". Aunque no se les ve mucho por el lugar, "tengo la esperanza de que se vayan", remata.