Las dos delicadas decisiones que acaba de tomar la hija de Antonio Banderas

Stella del Carmen Banderas Griffith es la única hija en común de Antonio Banderas y Melanie Griffith, fruto de un matrimonio que duró casi dos décadas. Tras el divorcio de la pareja de actores, la joven ha vivido toda su vida en Estados Unidos, aunque siempre ha manifestado un gran devoción por nuestro país, pues además es española de nacimiento, ya que vino al mundo en Marbella en 1996. Y estos lazos va a reforzarlos aún más con una doble decisión tan delicada como trascendental que acaba de tomar.

Y es que la joven ha expresado su intención de trasladarse a España para trabajar de la mano de su padre como segunda ayudante de dirección. Y por si no fuera cambio suficiente, también cambiará su nombre y eliminará el apellido Griffith legalmente para dejar tan solo el paterno, que en realidad no es Banderas, el que padre e hija utilizan artísticamente, sino Domínguez, puesto que el actor se llama Antonio Domínguez Banderas.

La decisión responde, al parecer, a cuestiones puramente burocráticas. Un trámite que ya habría puesto en marcha ante los tribunales de Los Ángeles. La joven de 25 años habría alegado que en su vida diaria no utiliza su apellido materno para prácticamente nada, ni siquiera a la hora de firmar documentos, por lo que, según la propia Stella este nuevo nombre legal se ajustaría más "a su uso cotidiano", puesto que en Estados Unidos solo se utiliza un apellido.

La eliminación del apellido materno, en definitiva, se reduciría a una cuestión meramente práctica y nada tendría que ver con un cambio en la relación que tiene con su madre, con quien está profundamente unida tal y como demuestran siempre que tienen ocasión.

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De hecho, hace tan solo unos días la protagonista de Two Much compartió una serie de fotografías de todas las mujeres de su familia para celebrar el 'Día nacional de las hijas', unas imágenes en las que también aparecía su madre, Tippi Hedren, y la mayor de sus descendientes femeninas, Dakota Johnson, quien tampoco ha tomado el apellido Griffith para su nombre artístico.

Tremendamente orgullosa de sus raíces españoles, no es la primera vez que Stella del Carmen reivindica su nombre en público. El año pasado, por ejemplo, en una columna que le reserva la revista Vanity Fair escribió lo siguiente: "La segunda parte de mi nombre de pila, del Carmen, es un homenaje a esta virgen, muy popular en Málaga. Mi padre me lo puso como símbolo de su gran amor por su ciudad natal y por mi abuela, que era una gran devota de esta virgen. Agradezco llevar conmigo a todas partes esta unión con España. Mi nombre define mi ascendencia y mi conexión como mujer española."