La peor pesadilla de Eva González pone contra las cuerdas a su marido Cayetano

Cayetano Rivera ha emprendido una lucha con sus hermanos Francisco y Kiko (a los que está más unido que nunca) para recuperar, 36 años después, los objetos personales que Paquirri dejó en herencia a sus hijos y que Isabel Pantoja alegó que habían robado de Cantora para no entregarlas a los hijos de su marido.

Unos enseres que, hace un par de semanas, el hijo de la tonadillera confesaba haber visto en la finca ocultos en una de las habitaciones y por lo que Cayetano y Francisco acaban de presentar un requerimiento notarial para que la coplera les devuelva, voluntariamente, los trajes y demás enseres personales que les legó su padre, fallecido en 1984, y del que no tienen nada.

Centrado en su lucha para que Isabel Pantoja les entregue las cosas, un nuevo frente se abre ahora para Cayetano. Y es que, la que fuera su supuesta amiga entrañable, Karelys Rodríguez, ha vuelto a hablar. Lo ha hecho (vía exclusiva) en la revista Lecturas donde confiesa que sigue enamorada del torero.

Unas declaraciones cuanto menos sorprendentes, puesto que la canaria (colaboradora eventual de Viva la vida) ha asegurado en los últimos meses que no iba a hablar ni de su vida privada ni de su intimidad con el marido de Eva González.

Sin embargo, algo la ha hecho cambiar de opinión y, pese a que su supuesta relación terminó cuando salieron a la luz sus fotografías cómplices en Londres, a comienzos de este año, Karelys es incapaz de pasar página. "No consigo olvidar a Cayetano. Siento que sigue marcando mi vida", desvela una afectada canaria, además de asegurar que "si no lo hubiese hecho público seguiríamos enganchados. Si quisiese, seguiría con él".

Unas palabras con las que Karelys confiesa que todavía está enamorada del torero y que lo que más le dolió fue cuando éste volvió con Eva González. Por el momento, ni Cayetano ni la presentadora de La Voz (para la que Rodríguez se ha convertido en su peor pesadilla pública) se han pronunciado sobre esta polémica exclusiva con la que la abogada canaria vuelve a hablar de su romance con el torero y a reabrir viejas heridas que, después de casi un año, estaban casi cicatrizadas.