Tamara Falcó le da a Pablo Motos la exclusiva foto que no había logrado nadie

Todavía en una nube y reconociendo que todo salió como había soñado en su pedida de mano con Íñigo Onieva, Tamara Falcó reapareció este jueves en El Hormiguero y, con una inmensa sonrisa que refleja su felicidad a dos meses de su boda, presumió de la exclusiva pulsera que le ha regalado la familia de su prometido y contó alguna anécdota de su fiesta de compromiso.

Orgullosa, la marquesa de Griñón lució por primera vez ante las cámaras del programa de Pablo Motos en Antena 3 de la joya; una espectacular pulsera rígida elaborada en oro con rubíes engarzados y un mensaje muy especial que la hija de Isabel Preysler reveló emocionada: "La ha hecho el tío de Íñigo que es escultor. Está hecha a mano. Son rubíes, que resulta que es la piedra del amor y yo no lo sabía".

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En total, nueve piedras preciosas que simbolizan a Tamara y sus hermanos: "Han puesto un rubí por cada hermano que tengo. Somos en total nueve (Manolo, Xandra, Duarte y Aldara Falcó, y Chabeli, Julio José y Enrique Iglesias, además de Ana Boyer), cuatro por parte de padre y otros cuatro por parte de madre. Me ha parecido un detallazo".

Además de revelar el mensaje oculto de su pulsera y mostrarla públicamente por primera vez, la socialité también relató alguna de las anécdotas que protagonizaron su pedida de mano. En primer lugar, la puntualidad de su futura familia política, "que no es la de los Preysler. La puerta ya sonaba a las 21.01 por los Onieva. Yo bajé a los cinco minutos, mi hermana Ana llegó media hora tarde y mi madre cuando pudo. Se me hizo eterno", admitió con una sonrisa, asegurando que pese a que estaban "muy nerviosos", hubo "muy buen rollo desde el principio" entre ambas familias.

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Una fiesta de compromiso en la que Íñigo llevó a unos "cocteleros", en la que bebieron vino Marqués de Griñón en homenaje a su padre, Carlos Falcó, en la que hubo discursos y en la que tampoco faltó la actuación en directo de un grupo de rock: "Hubo musicón por sorpresa. Se metió un grupo en casa y no lo sabía ni mi madre. Todo el mundo se echaba la culpa, pero fueron Íñigo y mi primo Álvaro".

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Sin revelar ningún detalle del menú que preparó para sus invitados, sí admitió uno de los inconvenientes que se encontró cuando organizó la fiesta; y es que eran 25 personas "un número bastante nefasto porque las vajillas son de 12 en 12". Gracias a su madre, "que vale la pena mencionar que tiene una habitación de vajillas" encontró los platos perfectos para su pedida: "Unos pintados a mano, todos diferentes. Eran del tío Miguel (Boyer), auténticas joyas".

El caso es que la imagen en exclusiva de la pulsera de marras para El Hormiguero de Pablo Motos tuvo un efecto beneficioso en los números del magacín de Antena 3, que este jueves se saldó con un 15.5% de share y 2.042.000 espectadores, subiendo con respecto a los últimos cuatro días.