Raquel Sánchez Silva suelta unas palabras muy poco propias de ella e impacta

Su camino con Matías Dumont se cruzó precisamente cuando Raquel Sánchez Silva acababa de pasar por el trance más duro de su vida: la terrible muerte de su marido, Mario Biondo, en mayo de 2013.

Después de un largo luto y varias acusaciones por parte de su familia política, que todavía defiende que su hijo no se suicidó, Sánchez Silva decidió retirarse en Formentera para no escuchar el ruido mediático que no le ayudaba a recuperarse.

Fue en noviembre, coincidiendo con su regreso a la televisión, cuando se topó con Dumont, el productor argentino que dos años después se convirtió en el padre de sus hijos.

Consciente de que su vida privada era analizada con lupa, la presentadora optó por apartar su relación del foco mediático y aunque la pareja ha posado en numerosos photocalls jamás había compartido Sánchez Silva una declaración de amor como la que ha publicado este fin de semana en su Instagram, donde le ha dirigido unas palabras de admiración que no se habían visto hasta la fecha.

Y es que aunque se conocieron trabajando juntos en La incubadora de negocios de Cuatro ambos siguieron sus carreras por separado: ella presentando programas y él financiando proyectos audiovisuales, como el documental que acaba de estrenar, un valiente reportaje filmográfico que se adentra en la realidad de la pandemia.

Se trata de 2020: El documental y Sánchez Silva se ha deshecho en elogios con su marido: "Este fin de semana ya está en cines de toda España la película que ha producido mi pareja, Matías Dumont. No me puedo sentir más feliz, orgullosa y emocionada por la fuerza y resiliencia que demuestra en cada momento. Por eso, cuando todo se ponía en contra y el mundo se paraba, Matías decidió, una vez más, nadar a contracorriente".

 

 

 

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Aunque durante mucho tiempo la inactividad o la prudencia podían parecer lo más seguro, "él pensó que lo mejor era lo más difícil: HACER, CREER, ARRIESGAR Y CONFIAR". Y lo hizo a raíz de una propuesta del periodista Hernán Zin, que llevaba días grabando en la calle y en los hospitales los estragos de la covid-19 en España. "Dice que lo que está viendo es peor que cualquier guerra de las que ha conocido como reportero", recuerda que le comentó.

"Y esa necesidad de contar y de comprometerse con la información y con un momento decisivo y clave es lo que ha puesto en las carteleras este magnífico documental. Una crónica inédita que quedará para la historia como el único testimonio audiovisual de los primeros meses de la llegada de la covid-19 a nuestro país. No ha sido fácil hacerlo realidad, por eso mara todos aquellos que sufrieron tanto esta primera embestida de la enfermedad", remacha.