| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ana María Aldón.
Ana María Aldón.

Ana María Aldón contará sus capítulos ocultos en el programa que está por venir

La mujer de Ortega Cano se está trazando un perfil de víctima de no se sabe muy bien qué o quién. Ese aire de inocencia y desconocimiento del medio tampoco cuela ya entre sus compañeros.

| Isabel Rábago Chismógrafo

 

 

José Ortega Cano está cansado, harto, saturado y por ello entró en directo en el programa en el que trabaja su hija Gloria Camila, para reclamar públicamente que "me dejen en paz hacer mi vida". El maestro quiere zanjar así y de una vez por todas, el hecho manifiesto de que la guerra que mantienen en los platós de televisión sus dos mujeres "a las que quiero a morir", acabe de una vez por todas.

Ortega llamó a su hija en pleno directo, para pedirle que le pusiera en altavoz. Gloria acató las órdenes de su padre y aguantó el chaparrón como pudo, desde la moderación y la resignación. La llamada acaparó el poco tiempo que tenemos para dedicarnos a las cosas que nos gustan, las del cuore, pero fue suficiente para entender el mensaje "que sus mujeres callen porque él no está bien de salud y cualquier día me va a dar un patatús".

Hoy, todos los medios recogen en sus titulares que Ortega Cano entró para abroncar a su primogénita y sinceramente no me parece justa, ni la lectura , ni que eso refleje la verdad de esta historia. Porque si nos ceñimos a los hechos, aquí la que da exclusivas hablando de su marido y de la hija de su marido es Ana María Aldón.

La esposa está en su derecho, faltaría más, de eso vivimos todos los programas y ella misma, pero de ahí a pretender que, si habla de Gloria Camila, ésta no conteste en su programa a las preguntas que le hagamos respecto a esas exclusivas, es directamente absurdo. La hija mayor de Ortega sabe dónde trabaja, sabe que la productora en la que desarrolla su labor de colaboradora y reportera, la cuida y por ello contesta a aquellos temas personales o familiares que la competen.

Yo sigo sin entender la gravedad de las declaraciones de la hija de Ortega cuando simplemente dijo que los diseños de Ana María no se los pondría porque "no son mi estilo". Sigo sin entenderlo porque pocos quieren recordar que días antes Gloria Camila dijo públicamente que le parecía estupendo, si era bueno para visibilizar el trabajo de la Aldón, que participase en el desfile organizado por Sálvame, el programa en el que "más caña han dado a mi padre". Pero es que el recordar eso no es rentable.

Ana María Aldón lanza una exclusiva los miércoles y luego se "arrepiente" el fin de semana

Tal afrenta supuso el distanciamiento entre ambas y un reportaje exclusivo en el que la Aldón no sólo arreó a Gloria, también a su marido al decir públicamente que no controla a su hija. Unas declaraciones que se han utilizado para trazar el perfil de una Ana María víctima, de no se sabe muy bien qué o de quién. El problema de Ana María es que cuando hace una exclusiva los miércoles, en su derecho está, luego se sienta en su plató el fin de semana y comienza a decir eso que tan poco nos gusta a los periodistas "no quise decir eso", "me calentaron en las preguntas", "no voy a contestar a nada más" y de "eso no hablo".

Y esa actitud que tantas veces hemos visto a lo largo de nuestras carreras, una vez se lo pasas, incluso dos, por eso de ser compañera, pero que lo haga ya como hábito, pues no cuela. Por eso ella últimamente se siente "atacada" por sus compañeros, cuando le preguntamos, en el ejercicio de nuestro trabajo, por su crisis de pareja o por el distanciamiento con Gloria Camila. Un distanciamiento, por cierto, que ella fue la primera en destapar cuando con absoluta indiferencia hacia Gloria Camila dijo "yo no soy ni su madre, ni su madrastra, ni su amiga".

Unas palabras que dejaron fuera de juego a una Gloria que no quiso entrar en detalles sobre esa ruptura contada en primera persona por Ana María. En definitiva, que Aldón últimamente se siente atacada porque no le gusta cuando le preguntamos por lo que ella dice contundente en las revistas pero que luego niega haber dicho con ese aire de inocencia y desconocimiento del medio que tampoco ya cuela.

Si el matrimonio entre Ana María Aldón y José Ortega Cano no está roto tiene las horas contadas

Lo de arrear a su propio marido lo volvió a hacer este fin de semana en Viva la Vida, al afearle nuevamente al torero el día que dijo públicamente y con ella a su lado, que Rocío Jurado era la mujer de su vida "no sé qué pensará mi hijo cuando sea mayor y escuche eso de la boca de su padre". Eso y los problemas conyugales de los que ella nos ha hecho partícipe en su plató de televisión nos llevan a todos a pensar que ese matrimonio está roto o que, si no lo está, tiene las horas contadas.

Pero de eso ella tampoco quiere hablar, al menos de momento. Sin embargo, Gloria sí afronta esa pregunta y lo hace con cariño y respeto para ambos, asegurando que siente que se quieren y que "claro que están juntos", pero eso tampoco se destaca porque tampoco es rentable. Renta más el conflicto y el enfrentamiento.

Rocío Carrasco como arma arrojadiza para contar con sus apoyos mediáticos

Luego está el tema del posicionamiento con Rocío Carrasco. De repente Aldón y su hija muestran públicamente su apoyo a la hija de la Jurado. Antes cuando se hablaba de temas muy duros, el posicionamiento público fue tibio, pero ahora coincidiendo con el distanciamiento con Gloria y los rumores constantes de crisis en su matrimonio, el posicionamiento de la Aldón y su hija es público, reiterado, constante y manifiesto.

Un hecho que no ha pasado desapercibido para nadie y por lo que ya son muchos los que concluyen que, quizás lo hagan buscando los apoyos de los que goza Carrasco y que Ana María quede como víctima, sigo sin entender muy bien de qué o de quién. Llegados a este punto yo digo que lo de Rocío nada tiene que ver con la guerra que haya emprendido Ana con miembros de su familia política y viceversa. Y quien lo utilice para atacar a unos y a otros por el mero hecho de estar cerca o lejos de Rocío Carrasco que se lo haga mirar.

Nunca me han gustado los posicionamientos monolíticos sobre todo en una historia en la que por mucho que se intente, no se parece, ni tiene nada que ver ni con la Carrasco, ni por supuesto con la Jurado. En la historia de Aldón y Ortega, estoy segura de que se nos escapan muchos capítulos porque los protagonistas guardan los detalles celosamente. De igual manera que creo que a la estrella mediática de Ana María Aldón, le quedan muchos capítulos por escribir y que será ella misma la que nos los vaya contando. Puede que no lo haga en el que es todavía su programa y sí en los programas que estén por venir. Tiempo al tiempo.