Pastel de fresas 'al revés': el regalo más dulce para el Día de la Madre
Jugoso y con sabor a primavera, el pastel de fresas 'al revés' es ideal para celebrar la temporada de esta fruta, y también para sorprender a mamá en su día. Se hornea con las fresas en la base y, al voltearlo, se convierten en una capa caramelizada y vistosa que lo hace irresistible. Es un postre fácil que conquista desde el primer bocado.
Pastel de fresas fácil
Este tipo de pasteles nació con la famosa Tarte Tatin del siglo XIX en Francia. Al voltear el pastel tras el horneado, la fruta caramelizada queda en la parte superior, creando un acabado vistoso que inspiró versiones como el clásico 'Upside down pinapple cake' o 'pastel de piña al revés famoso en Estados Unidos.
Historia de los pasteles ‘al revés’
Tarta Tatin
La Tarte Tatin es, sin duda, una de las primeras versiones registradas de un postre "al revés". Esta famosa tarta surgió en Francia a finales del siglo XIX, en el hotel de las hermanas Tatin en Lamotte-Beuvron.
Cuenta la leyenda que una de las hermanas, Stéphanie Tatin, se distrajo al preparar una tarta de manzana tradicional y se le quemaron las manzanas con mantequilla y azúcar.
Tarta Tatín
Para no desperdiciarlas, colocó la masa encima y horneó el pastel así. Al volcarla, el resultado fue un éxito rotundo. A partir de ahí, nació la "tarte renversée" o "tarta invertida", que más tarde pasó a conocerse como Tarte Tatin. Comme des Français.
Pastel de piña al revés, un clásico americano
En Estados Unidos, las primeras recetas de pasteles 'al revés' aparecieron en periódicos en 1923, utilizando ciruelas pasas. Sin embargo, fue en la década de 1920 cuando el pastel de piña 'al revés' ganó popularidad, especialmente después de que la compañía Dole patrocinara un concurso de recetas con piña, recibiendo más de 2.500 propuestas. (vintageinn.ca)
Los 'pasteles al revés' más conocidos
Tarta Tatin
La Tarte Tatin, originaria de Francia a finales del siglo XIX, es el pastel 'al revés' más emblemático. Nació por accidente en el hotel de las hermanas Tatin, cuando Stéphanie cocinó las manzanas con azúcar y mantequilla sin colocar la masa debajo.
Al dar la vuelta a la tarta, surgió un postre caramelizado que se convirtió en un icono de la repostería francesa.
Con el tiempo, esta técnica se adaptó en otros países, destacando en EE. UU. desde el siglo XX con bizcochos invertidos de frutas como piña, duraznos o cerezas.
Pastel de piña 'al revés':
Pastel de piña 'al revés'
Probablemente el más popular en el mundo anglosajón. Se consolidó en la década de 1920 gracias a un concurso patrocinado por la marca Dole, en el que se recibieron más de 2.500 recetas usando piña enlatada (Dole.com).
Pastel de fresas fácil
Pastel de fresa 'al revés':
Perfecto para la primavera, su color vibrante y frescura hacen de él una opción ligera y vistosa, especialmente cuando se usan fresas maduras.
Pastel de melocotón al revés
Pastel de melocotón 'al revés': Una opción veraniega y suave que resalta la textura melosa de los melocotones sobre un bizcocho esponjoso .
Pastel de cerezas 'al revés':
Pastel de cerezas al revés
Inspirado en sabores centroeuropeos, recuerda al Black Forest, con cerezas intensas que se caramelizan en el fondo y luego coronan el pastel.
Pastel de pera 'al revés':
Pastel de peras al revés
De presentación elegante, este pastel destaca por el contraste entre la delicadeza de las peras y el dorado brillante que toma tras el horneado.
Pastel de fresas 'al revés' fácil y delicioso
Pastel de fresas
Ingredientes
- 250 g (1 2/3 taza) de harina para bizcochos o bizcochona
- 3 huevos (a temperatura ambiente)
- 120 ml (1/2 taza) de leche entera
- 1 y 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 500 g (1 libra) de fresas frescas
- 25 g (2 cucharadas) de azúcar blanca fina o extrafina
- 7,5 g (1 cucharada) de maicena
- 120 g (1/2 taza) de mantequilla muy blanda
- 75 g (1/3 taza) de azúcar blanca fina o extrafina
Preparación paso a paso
precalentar horno
- Precalienta el horno a 180 °C.
- Prepara un molde redondo de 22 cm colocando papel vegetal en la base y engrasando ligeramente los bordes.
Prepara las fresas:
Fresas
- Lava las fresas, retira el tallo y córtalas por la mitad. Mezclalas en un bol con el azúcar (25 g) y la maicena hasta que estén bien cubiertas.
Coloca las fresas en el molde:
- Distribúyelas en una sola capa uniforme sobre el fondo del molde. Reserva.
Haz la masa del bizcocho:
Mantequilla derretida
- Bate la mantequilla con el azúcar (75 g) durante unos 5 minutos a velocidad media-alta, hasta que quede una mezcla cremosa y aireada.
Huevos
- Añade los huevos de uno en uno, mezclando bien tras cada incorporación.
Leche
- Incorpora la leche y la vainilla, batiendo suavemente.
Harina bizcochona
- Añade la harina bizcochona y mezcla solo hasta que esté integrada, sin batir en exceso.
Vierte la masa sobre las fresas:
- Usa una espátula o el dorso de una cuchara para extenderla de forma uniforme, cubriendo bien la fruta.
Horno
- Hornea de 35 a 45 minutos a 180 º, o hasta que al pinchar el centro con una brocheta o cuchillo, este salga limpio.
- Deja enfriar entre 10 y 15 minutos antes de desmoldar. Si usaste un molde desmontable, ábrelo con cuidado y da la vuelta al pastel sobre un plato.
Pastel de fresas fácil
Puedes disfrutarlo tibio o dejarlo enfriar completamente y refrigerarlo durante un par de horas si prefieres un pastel más firme y fresco.
Almacenamiento y conservación
Guardar en la nevera
Este pastel se conserva bien en la nevera hasta 3 días.
No se recomienda congelarlo, ya que las fresas, al descongelarse, sueltan mucho líquido y afectan la textura del bizcocho.
Consejos para el éxito de la receta
Elige fresas bien maduras y naturalmente dulces. Son la clave del sabor.
Ralladura de limón
- Puedes añadir ralladura de limón a la masa si te apetece un toque cítrico que contraste con el dulzor de la fruta.
- Si usas un molde desmontable, coloca una bandeja con papel de horno debajo en el horno por si se escapa algo de jugo.
- Espera los 10-15 minutos antes de volcar el pastel. Si lo haces demasiado pronto, puede deshacerse. Si esperas demasiado, el jugo de las fresas se pega al fondo del molde y cuesta más desmoldar.
En conclusión el pastel de fresas ‘al revés’ es mucho más que un bizcocho con fruta: es un homenaje a la repostería clásica que combina tradición, sencillez y sabor.
Perfecto para reuniones primaverales, brunches y para celebrar el Día de la Madre. Esta receta es una invitación a redescubrir el placer de hornear en casa. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.
