| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Atleti 2 - Celta 2: Dos goles de Suárez no pueden evitar el tropiezo colchonero

Después de 44 minutos espantosos, Luis Suárez empató en el 45 y marcó uno más en el 50, su 16º en Liga, para remontar un partido que el Celta igualó en el último minuto del partido.

| Agustín Díaz Deportes

El Atlético de Madrid ha cosechado su tercer empate de la temporada al igualar, 2-2, ante un Celta que dominó la primera parte y que firmó las tablas en el 89 después de dos goles de Luis Suárez. 

En algún momento se tendría que notar que al maldito bicho que nos asola desde hace ya un año le gusta más la sangre rojiblanca que cualquier otra. Simeone recuperaba para el partido de esta noche a Carrasco, pero hasta cuatro jugadores, básicos en su mayoría, seguían siendo baja por COVID-19. Joao Félix y Mario Hermoso aún no han dado un análisis negativo y hoy mismo se sumaban a las infausta lista dos de los pocos que quedaban indemnes, Herrera y Lemar. 

Y precisamente, y quién lo iba a decir en estos dos últimos años, el Atleti notó muchísimo la baja del francés. Especialmente, en la primera parte, a excepción de la no comparecencia en el Di Stéfano, los peores primeros 45 minutos del equipo de Simeone en esta, por ahora, triunfal marcha liguera. 

Ante las bajas, el técnico argentino dio oportunidades a Felipe, el jugador que más ha descendido de nivel de una temporada a otra, a Lodi, que sigue siendo un coladero en defensa, a Saúl, que, pese a los goles de las últimas jornadas, no está, y a Kondogbia, al que, desde el desastre en Cornellá, ya casi nadie esperaba y que, sin embargo, fue básico en la remontada. 

El Celta fue muchísimo mejor que el Atleti en la primera parte. Tirando una sola vez entre los tres palos, eso sí, pero con mayor dominio y mucho más sentido del juego que el todopoderoso líder de la Liga. En uno de esos ataques con sentido del once gallego, Lodi no presionó a Hugo Mallo que centró al área para que Santi Mina se colara entre Felipe y Jiménez para batir a Oblak. 

No pasó casi nada en los primeros 44 minutos de juego, salvo que el Atleti perdía balones tontos en todas las parcelas del juego y que Aspas, Denis, Brais y Tapia parecía que jugaban en casa en vez de hacerlo en el Metropolitano. 

Pero todo cambió en el último minuto cuando, en la única jugada trenzada del Atleti, Kondogbia habilitó a Llorente, que centró al área y Luis Suárez, quién si no, batió a Rubén Blanco. La situación de posible fuera de juego era tan ajustada que ni siquiera viendo repeticiones se puede decidir. Pero el VAR determinó que la situación era legal y el Atleti se fue empatando un partido en el que no mereció marcar. 

La primera parte no le gustó un pelo a Simeone y, antes de salir del vestuario, quitó a Felipe, encima con tarjeta amarilla, para dar entrada a Torreira. El cambio, absolutamente comprensible, lo combinó el argentino con la extraña situación de Marcos Llorente en el lateral derecho, dentro de un sistema clásico 4-4-2.  

En todo caso, Simeone podría sacar a diez señores cualesquiera vestidos de corto, con tal de que Luis Suárez esté en el campo. Y es que el uruguayo, nada más salir del vestuario, marcó su 16º tanto en Liga después de rematar un estupendo servicio al primer toque de Renan Lodi desde la banda izquierda, al que el primero que vio fue Kondogbia. Una vez más, el charrúa sacaba los colores a todo el Barcelona y una sonrisa a cualquier aficionado rojiblanco que se precie. El Atleti ganaba un partido después de disparar dos veces a puerta. Un clásico. 

 

Kondogbia salvó el empate

El Celta, incrédulo ante lo que acababa de suceder, trató de salir de la pesadilla y Aspas, en el 55, erró ante Oblak esos goles que el de Moaña no suele fallar. Pero si no lo hizo fue porque Kondogbia se interpuso cuando iba a fusilar al esloveno. Una jugada defensiva del mismo valor que un gol de Luis Suárez.

El resultado cambió por completo el encuentro y el Atlético empezó a dominar, incluso metió al Celta en su propia área, aunque la distancia en el resultado continuaba siendo mínima. El equipo de Simeone pareció haberse reservado físicamente en la primera parte, porque en la continuación subió un par de marchas, presionó, gracias especialmente a Koke, muy arriba y tocó y tocó hasta llegar a la portería gallega.  

Pero, cuando mejor estaba jugando el Atlético, el Celta empató en el minuto 89 al rematar Ferreyra un pase de la muerte que dejó desvalido a Oblak.