| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Un mal ejemplo para los niños: Agüero habla sobre la utilidad del colegio

El argentino ha compartido con sus seguidores de Twitch que se saltaba muchas clases y ha cuestionado que algunas asignaturas sirvan realmente para algo.

| Julen Izquierdo Deportes

Un futbolista, y más si es de los mejores del mundo, tiene una tremenda responsabilidad con su equipo, la afición y sobre todo los niños. Muchos ven en estas estrellas del deporte un espejo en el que mirarse, un héroe. 

Por ello, estos deben tener mucho cuidado con la imagen que dan fuera y dentro del campo. Seguramente, Agüero acaba de dar un ejemplo de lo que no hay que hacer. Por todos es conocida ya su faceta de youtuber , su afición a los videojuegos o la amistad que mantiene con Ibai Llanos, el famoso streamer español. Pues bien, en su última retransmisión, el argentino ha hablado, ante las preguntas de los usuarios, de su experiencia educativa y ha dejado algunos mensajes que no van a gustar ni a padres ni a profesores. 

"Había materias que me gustaban. Por ejemplo, ciencias sociales me gustaba, matemáticas también. El inglés, bueno. Pero las naturales las odiaba. Qué me importa a mí de donde vienen las plantas, de dónde viene el universo, Júpiter y Saturno...Qué me importa lo que haya ahí arriba si yo nunca voy a ir allí. ¿Para que me enseñan eso?, ¿para qué quiero saber yo eso? A mí enséñame otra cosa. Es la verdad", ha sostenido. 

Agüero también ha confesado su táctica para hacer pellas, que utilizó en varias ocasiones: "Yo calculaba la distancia de la escuela a mi casa, y me quedaba sentado en una esquina en un punto medio. Pasaban todos los chicos hacia el colegio y yo seguía sentado. A las 08:00 horas tenía que entrar, y teníamos como máximo hasta las 08:15 horas, y entonces la maestra cerraba la puerta para que no entrara más gente. Lo que yo hacía era volver de nuevo a casa. Llegaba, y me iba a dormir. Mi 'vieja' entraba y me decía: '¿Qué haces?', y yo le respondía que faltó la maestra". 

Un día llegó incluso a pagarle 25 centavos a su hermana para que no se lo contara a su madre.