La historia de superación del danés Delaney

Dinamarca está a un solo partido de pelear por el título de la Eurocopa. El conjunto danés ya es la revelación de este campeonato y esta noche a partir de las 21:00 horas se jugará contra Inglaterra el pase a la final. Dos selecciones que no partían como favoritas ni entraban en las quinielas para luchar por el título se verán las caras en la segunda semifinal.

No obstante, el combinado danés ha sido uno de los equipos que mejor imagen ha dado desde la primera jornada, si bien es cierto que en ese encuentro inaugural perdió ante Finlandia después del grave problema de salud de Eriksen. También cayó ante Bélgica, pero en la primera parte fuer muy superior a los de Roberto Martínez. A partir de ahí, el equipo fue en línea ascendente hasta colarse en la semifinal después de derrotar a la República Checa en cuartos por 1 a 2.

El futbolista encargado de abrir la lata ante los checos fue Thomas Delaney. En el minuto 5, el centrocampista apareció en el área libre de marca para cabecear a la red un saque de esquina desde el perfil diestro. Un gol dedicado a su compañero y amigo: "Ha sido nuestro mejor jugador a lo largo de muchos años. Jugamos con él en el pecho. Hacer que se sienta orgulloso nos hace feliz a mí y a todos los demás", dijo tras el partido.

El medio del Borussia Dortmund es el eje que sostiene el centro del campo de la selección danesa, pero también tiene detrás una historia de superación. Antes del Mundial de Rusia 2018, Delaney confesó un problema que arrastraba desde su infancia: es daltónico.

Lo hizo después del partido amistoso entre Dinamarca y México. Un aficionado se quejó de que había sido difícil distinguir las camisetas de los dos equipos y el centrocampista llamó a la cadena 'DR P3' para apoyarlo: "Mi nombre es Thomas. Soy daltónico y esto sucede. El otro día en el campo era difícil ver quién estaba en mi equipo y quién en el contrario". Le preguntaron dónde jugaba y con su respuesta, "en la selección danesa", quedó al descubierto su identidad.

Poco después habló más abiertamente para la 'DPA' sobre un problema que le afecta especialmente para distinguir el rojo del verde: "Es difícil de describir. Es como ver diferentes tonalidades del mismo color. Habitualmente jugamos con pantalones diferentes, pero esta vez -sobre el partido ante México- ambos eran blancos, lo que lo complicó más aún. Lo que hice fue fijarme solo en las caras, pero tenía que hacerlo muy rápido para no perder la pelota. Cuando la gente está cerca se la distingue bien, pero cuando el ritmo es alto y están más alejados es un poco difícil".

En total se calcula que hay 350 millones de daltónicos en el mundo, pero es la primera vez que un futbolista de élite reconoce este problema. Desde entonces, Thomas Delaney se ha convertido en un símbolo para todos ellos.