| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Koundé y Rashford durante el Barcelona - Manchester United.
Koundé y Rashford durante el Barcelona - Manchester United.

El Barcelona paga cara su desconcentración y Old Trafford dictará sentencia

Los azulgranas empataron 2-2 frente al Manchester United y acaban dando gracias, ya que se adelantaron en el marcador y los ingleses le dieron la vuelta. Raphinha acabó salvando los muebles.

| Alberto Marrero Deportes

El Barcelona empató 2-2 frente al Manchester United en un partido en el que se pusieron por delante gracias al tanto de Marcos Alonso y se dejaron remontar antes de que Raphinha igualase la contienda. Pedri se lesionó y Gavi se perderá la vuelta por acumulación de tarjetas en un choque en el que Old Trafford dictará sentencia.

En medio de todo el lío de los pagos a Enríquez Negreira los futbolistas del Barcelona tenían que vestirse de corto y olvidarse de todas esas polémicas que han sacudido el nombre del club azulgrana a nivel mundial. Les tocaba centrarse, por segundo año consecutivo, en la Europa League y pelear por ganarla en lugar de ser eliminados como el curso pasado, cosa que todavía no ha prescrito.

Delante el Barcelona tenía al Manchester United. Raro encontrar este encuentro en la Europa League y no en la Champions, pero bueno. Para intentar ganar a los reds devils Xavi Hernández salió con este once al Camp Nou: Ter Stegen; Koundé, Araújo, Marcos Alonso, Jordi Alba; Kessié, De Jong, Pedri, Gavi; Raphinha y Lewandowski.

El primer tiempo arrancó con gran intensidad en los primeros minutos con ambos equipos testándose y después pasaron a repartirse el dominio en diferentes tramos. El primero en sentirse superior fue el Barcelona, obligando en un par de ocasiones a intervenir a De Gea, pero las ocasiones más claras llegaron para los mancunianos, que se toparon con Ter Stegen.

Robert Lewandowski fue el primero en poner a prueba a David De Gea. Buen movimiento del polaco, que parecía más acertado que en las últimas semanas, pero era incapaz de abrir la lata. La otra buena llegada de los culés fue con Jordi Alba aprovechando un error defensivo del United, pero el lateral izquierdo y capitán del Barcelona se volvió a topar con el guardameta de Illescas.

Después llegó el despertar del Manchester United y la exhibición de Ter Stegen. El alemán le detuvo un mano a mano clarísimo a Weghorst, aquel neerlandés al que Messi le dedicó el mítico “qué mirás, bobo, anda para allá”. Después el germano atrapó un remate de Casemiro y posteriormente voló para salvar un disparo de Rashford que hubiera sido un golazo para los británicos.

Sin Cristiano Ronaldo en el United, Casemiro y Varane eran los que vivían su Clásico particular. El defensa estaba bien en su zona y el centrocampista brasileño, mejor aún. Estuvo persiguiendo a Pedri, impidiendo que el canario se moviese con comodidad hasta que el de Tegueste se rompió en la recta final del primer tiempo y tuviera que ser sustituido por Sergi Roberto.  

Ya tras el descanso, al que se llegó con el 0-0, Raphinha pudo romper la igualada rápidamente con un disparo de media vuelta que se fue rozando el poste. Pero es que al minuto también pudo aprovecharse Sancho de un error de Araújo, de los pocos que cometió, pero su disparo final se marchó por el lateral de la red de la portería de Ter Stegen.

Pero como si fuera algo a lo que estaba destinado, Marcos Alonso fue el encargado de abrir el marcador con un testarazo en el segundo palo. Emoción en el defensa azulgrana, que lo celebró mirando y señalando al cielo dedicándoselo a su padre, que tristemente falleció hace unos días.

Huracán Rashford

Poco duró la alegría en Can Barça. Envueltos en mil polémicas, tampoco podían sonreír sobre el verde porque rápidamente le cayó un pase en profundidad a Rashford, que le ganó la partida a Marcos Alonso. El inglés se fue cerrando, pero aún así probó fortuna disparando a portería y sorprendió batiendo a Ter Stegen por el palo corto que defendía el germano. Igualaba la contienda el conjunto inglés y todavía quedaban 40 minutos por delante.

Por si fuera poco, minutos después Koundé marcaba en propia portería un jugadón de Rashford por línea de fondo. Se revisó el tanto por posible fuera de juego, pero ni Enríquez Negreira tiene mano en Europa y la situación económica del Barcelona no permitió continuar con esos sospechosos pagos al que fuera vicepresidente del CTA. El gol acabó subiendo el marcador. Además, se reclamó la roja para el central francés más adelante por una acción al ser el último hombre en la que no se pitó ni falta.

Raphinha, al rescate

Intentaba reaccionar el Barcelona, pero parece los culés no saben gestionar este tipo de situaciones. Parecían quedarse sin ideas, Gavi vio una amarilla que le impedía estar en Old Trafford -también le perdonaron una en el primer tiempo-, pero llegó carrusel de errores de los ingleses. Primero en la salida de balón y luego el de De Gea, que se comió un centro de Raphinha que no llegó a tocar Lewandowski, pero que de igual manera se coló en el arco del United.

El partido se volvió totalmente loco. Fue un ida y vuelta para ambos conjuntos, que tuvieron las opciones de romper la igualada, pero los culés estuvieron más cerca. Ansu Fati lo intentó y De Gea se interpuso en su camino. Hasta Casemiro pudo hacer un autogol si no lo llega a salvar el poste. Sin olvidarnos de que reclamaron un penalti por mano que acabó en nada. No se sabe cómo hubiera sido esto en la Liga entre 2016 y 2018, pero lo que está claro es que Old Trafford dictará sentencia a esta eliminatoria.