| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Real Madrid 2 – 1 Sevilla: Vinicius Superstar

Un golazo del brasileño en el minuto 87 y un paradón de Courtois en el tiempo añadido dan la victoria a los blancos, que jugaron una primera parte para olvidar.

| Miguel Queipo Deportes

Por mucho que ahora algunos saquen pecho, nadie, absolutamente nadie, podía suponer que Vinicius, ese chico brasileño de regate eléctrico, sonrisa a lo Venom y unos fallos en el remate que desesperaban al más pintado iba a convertirse en la gran estrella no solo del Real Madrid, sino de LaLiga. Un golazo sideral, estratosférico, del veinte madridista le dio a los de Ancelotti tres puntos ante el Sevilla (2-1) en un partido en el que pudieron salir vapuleados en el primer tiempo pero que decidió el garotinho cuando el partido parecía que iba a acabar en empate.

Con el único cambio de Asensio por un Rodrygo con gastroenteritis, el Madrid lució en el primer tiempo ante el Sevilla absolutamente desdibujado. Al descanso se llegó 1-1 (perdón por el spoiler) pero si hubiera sido 0-3 no hubiera pasado nada. Tampoco porque los de Lopetegui jugaran extraordinariamente bien, solo lo hicieron muy bien con Rafa Mir y con Ocampos sensacionales, sino porque los de Ancelotti o van a morir o son un equipo vulgar. El gol del delantero cartagenero tras un córner, en una pifia monumental de Militâo y Mendy, debería haber servido de acicate para que el Madrid reaccionara… pero no.

Inmediatamente tras esa jugada, Alaba sacó bajo palos otro remate de Rafa Mir tras un paradón de Courtois, y poco después un remate de Ocampos se estrelló contra el larguero del meta belga del Madrid, desesperado porque eso de ver venir de frente a todos los malos cuando tu defensa es transparente debe ser como ver una película de terror. Entre medias, Ocampos fue derribado en el área por Alaba, pero exageró tanto la caída ante un golpe menor que el VAR decidió servirse un vermú y mirar para otro lado, porque parecía teatro aunque no lo fuera.

El Madrid caminaba, pero no galopaba. De nuevo el ritmo de competición de Los Inamovibles, ese centro del campo Modric-Casemiro-Kroos, era lentísimo. Vinicius estaba muy bien atado, Benzema no aparecía y Asensio lucía en modo transparente, que debe ser su superpoder (por tanto usarlo). Pero así, andando, se encontró con un gol tras un cantadón de Bono a remate desde Cuenca de Militâo. El brasileño chutó desde 33 metros, el marroquí se relajó, despejó mal contra el poste y el balón se fue mansamente a los pies de un Benzema que no se esperaba un Black Sunday tan esmerado: a la cazuela y 1-1 al descanso, pese al horripilante partido de Casemiro y Carvajal.

No mejoraba el Madrid en el segundo acto, y para colmo el Sevilla pareció preferir no salir empapado del Bernabéu (pese a que no llovía) y se dedicó a nadar y guardar la ropa. El partido se embarulló, con un Kroos incomprensiblemente enfurruñado con el mundo, y no pasaba nada en el césped. O eso parecía, porque poco a poco los de Lopetegui iban de nuevo consiguiendo mandar en el juego, desde la presencia de sus laterales (Montiel y Acuña) y a la omnipresencia de Fernando. Mientras, Ancelotti no hacía cambios. Ni siquiera el habitual del minuto 60.

Esas sustituciones se hicieron de rogar hasta el minuto 73. Camavinga y Valverde, músculo, por Asensio y Modric, calidad técnica. El italiano apostaba el partido a imponerse en la batalla física con la enorme zancada del francés y del uruguayo. Y funcionó, porque el Madrid logró por fin sacudirse al Sevilla, retomar aire y comenzar a rondar el área de Bono, con más corazón que cabeza, con más empuje que calidad, el Sevilla aterido y buscando aire, los pulmones no le daban.

Y entonces apareció Vinicius, otra vez él. Controló en la banda derecha, con ese primer toque dejó fuera de combate a Ocampos, fue tocando con la izquierda mientras se centraba y antes de llegar al área y cruzarse con los pesos pesados de la defensa hispalense soltó un obús que se coló en la meta sevillista pese a que Bono logró acariciar el esférico. Un chicharrazo, acompañado de una extraordinaria parada de Courtois a remate de Delaney en el alargue, que vale seis puntos: los tres que gana el Madrid y los tres que perdieron el Sevilla… y la Real ante el Espanyol.