Zidane tiene de todo, menos aquella famosa flor

Escuchar hablar sobre la suerte de Zidane en el Real Madrid es más común que cualquier otro tema en el seno del equipo y su entorno. Tal vez solo la covid sea el tema de mayor discusión en las cercanías de Valdebebas y para completar el mal arranque de la temporada actual, es precisamente este virus el que se atraviesa en la pizarra del francés.

La recuperación de Hazard dejó una sonrisa en la cara de Zizou al ver su complicidad con Benzema, la estabilidad en el campo que dan Asensio y Valverde mejoraron al equipo y desde ganarle el clásico al Barcelona, el incendio comenzó a ser cosa del pasado. Pero la covid, que no deja ajeno a nadie, afecta a la plantilla y cobra víctimas importantes: Eden Hazard y Casemiro.

Antes de estos dos jugadores, ya cayó Militao como positivo en el Real Madrid, pero su presencia en el campo no es precisamente importante, de hecho no es ni la esperada. Pero que Hazard vuelva a ausentarse, incluso siendo como de costumbre, por motivos ajenos a su alcance, duele en el madridismo y particularmente a Zidane. Casemiro sólo profundizó la herida porque su hueco no lo llena nadie en este equipo.

Lesiones, malos resultados, jugadores fuera de ritmo y algunos fuera incluso de dinámica, son algunas de las cosas que vive el Real Madrid para que ahora, se una lo que a distintos equipos afecta de forma directa. Pero para este equipo, llega en el peor momento tomando en cuenta el ánimo que tomaban tras ganarle al Inter de Milán en Champions.

Hazard se pierde nuevamente una convocatoria con Bélgica y a falta de ver cómo avanza su situación con la enfermedad, una más en una ausencia larga que también se siente en la capital de España y en la grada virtual del Bernabéu, ahora Di Stéfano por las obras de remodelación. Su cara no es la mejor cuando lo captura la cámara y en el campo, con un golazo de los que hacía cada fin de semana, no quiso celebrarlo cuando regresó.

Casemiro no tiene un suplente en condiciones, ni por carácter ni por juego. Valverde da un impulso importante en condiciones de ida y vuelta constante, pero se ha lesionado, Modric no tiene 20 años, pero maneja el balón con una ligereza impresionante, Kroos con el balón es indudable, pero no aporta lo necesario al replegar. El 14, cada vez que se ausenta, deja una sangría defensiva imposible de frenar, además de la flaqueza que se ve en la medular.

Zidane tiene pros y contras, pero las contras se siguen agudizando con cada golpe extra futbolístico que aparece y ahora, la covid dejó de ser un fantasma que ronda para ser una pesadilla que causa insomnio, aunque en medio de la fortuna, tal vez aquella flor que tanto se menciona, vienen dos semanas de espacio por fecha FIFA. Dos semanas en las que Zidane probablemente, tendrá mucho que pensar.