| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Leclerc aprieta a Verstappen en un mal día español

El piloto monegasco venció en un Gran Premio de Austria en el que la clave estuvo en la gestión de neumáticos, con Sainz fuera de carrera al reventar su motor y Alonso, en décima posición.

| Miguel Queipo Deportes

Ganó Charles Leclerc el Gran Premio de Austria, con el acelerador de su Ferrari encasquillado y con el monoplaza de su compañero de equipo, Carlos Sainz, varado junto a un guardarraíl tras una rotura de motor que provocó una barbacoa y el abandono del español. Max Verstappen, en una mala carrera para el campeón de mundo, acabó segundo y Lewis Hamilton tercero, con Fernando Alonso décimo tras otro desastre de un box de Alpine que parece empeñado en que el asturiano dé un portazo y se largue. Carrerón, por cierto, de Mick Schumacher, el hijo del Kaiser fue sexto con su Haas.

La carrera no tuvo más misterio que el de la gestión de los neumáticos. Cuando todo parecía predestinado a una parada, la lluvia caída por la noche limpió el trazado del Red Bull Ring, provocando un mayor desgaste en los monoplazas. Tras su triunfo en la sprint race del sábado, Verstappen partía desde la pole y los 50.000 aficionados holandeses que pintaban de naranja las gradas en Spielberg se las prometían muy felices. Y eso parecía en una largada sin incidentes de consideración, con Alonso saliendo último tras el desastre sabatino y al enésimo cambio de unidad de potencia de su monoplaza.

Pronto se vio que el Red Bull se comía los neumáticos antes que los Ferrari, y que a causa de la degradación el monoplaza de Verstappen tendría que parar dos veces, cuanto menos. El campeón del mundo tuvo que parar demasiado pronto, Leclerc y Sainz le superaron y la ventaja estratégica era roja. Alonso se peleaba por detrás, remontando como un loco también gracias a haber salido con duros.

Con pocos movimientos en el stint intermedio, y cuando Sainz acababa de marcar vuelta rápida de carrera y parecía lanzarse a por Leclerc, el motor de su Ferrari reventó a la salida de la curva 3 poniendo fin a la carrera del madrileño y quién sabe a sus aspiraciones mundialistas: son cuatro abandonos ya. Leclerc, que reportaba problemas con el acelerador, gestionó sobradamente su ventaja sobre Verstappen y aprieta, al menos un poco, el campeonato del mundo, con Hamilton con el modo hormiga conectado, otra vez tercero, otro podio.

Alonso, mientras, vivió otra odisea con su Alpine debido a la pésima gestión desde el garaje. Si el sábado no pudo ni tomar parte en la sprint race tras un extraño fallo eléctrico, el domingo y cuando había llegado a rodar quinto remontando desde el fondo de la parrilla, el equipo no le apretó bien una de sus ruedas delanteras en su última parada en boxes, le obligó a volver a parar y aún así acabó décimo, aunque ese puntito está pendiente de investigación por unsafe release. Alpine no se merece a Alonso.