| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Griezmann, en una jugada del partido ante el Athletic.
Griezmann, en una jugada del partido ante el Athletic.

Griezmann y diez más: el francés decide el duelo rojiblanco en el Metropolitano

Un solitario gol del estupendo delantero galo en el segundo tiempo da la victoria al Atlético de Madrid frente a un buen Athletic Club en uno de los mejores partidos colchoneros del año.

| Agustín Díaz Deportes

El Atlético de Madrid ya solo está a dos puntos de la Real Sociedad, tercero en la Liga, después de imponerse 1-0 al Athletic Club en el Metropolitano gracias a un solitario gol de Griezmann en el ecuador de la segunda parte. 

El partido comenzó con el entrañable y merecido regalo del club colchonero a su hermano mayor, el equipo vizcaíno, cediéndole los colores rojiblancos pese a jugar en el estadio Metropolitano. Y el encuentro, pese a lo exiguo del marcador, fue más que bueno durante los 90 minutos, con más dominio de los de Ernesto Valverde en los primeros 45 minutos y con un segundo tiempo espléndido por parte de los de Simeone. 

El Athletic fue más equipo en los primeros compases del encuentro. Sin demasiadas ocasiones claras, pero con un mayor sentido del juego. Lo malo es que el equipo bilbaíno se encontró con un valladar mozambiqueño llamado Reinildo Mandava que, copiando la exhibición que realizó en San Mamés en la primera vuelta, volvió a amargar la noche a los hermanos Williams, no tanto a Oihan Sancet, que dejó buenísimas muestras de su talento en la primera media hora. 

Sin embargo, la mejor ocasión del encuentro en esa primera mitad correspondió al Atlético, a través de una buena penetración de Carrasco, más entonado que en los últimos encuentros, que acabó con una espléndida mano de Julen Arrizabalaga. El joven meta del Athletic suplió a Unai Simón para coger minut0s de cara a la semifinal copera ante Osasuna, pero en ningún momento se notó la ausencia del internacional español. 

Algo cambió en el vestuario. El Atlético salió con los mismos jugadores, pero con un espíritu completamente renovado. Acosó a su rival y comenzó un carrusel de saques de esquina que, pese a no ser transformados en gol, llevaron claro peligro al conjunto bilbaíno, mucho menos cosa en este segundo tiempo, quizá el mejor de toda la temporada rojiblanca. 

Salió Morata por Correa y Pablo Barrios por De Paul ya con el partido claramente decantado, aunque todavía no en el marcador. Barrios estuvo estupendo durante los 35 minutos que disputó, con una personalidad arrolladora y un talento y una técnica mucho más que interesantes. Pero, además, estaba Griezmann

 

El francés, el mejor jugador del equipo de aquí a la estrella más lejana, lo probó una y otra vez. El gol llegó después de un buen apoyo de Memphis, que volvió a ser suplente, que dejó solo al francés de cara a Arrizabalaga. El zurdazo fue inapelable y el resultado merecido, tanto para el Atlético como para el propio Griezmann, que debe tener dolor de espalda de echarse tantas veces encima al equipo. 

Insoportable ambiente en el Metropolitano

Mientras tanto, en la banda, Simeone no soportaba que el Metropolitano se dedicara a esas infames guerras internas que dividen a la grada y no se dedicara a animar a un equipo que, al menos hoy, merecía mayor apoyo. Fuera como fuera, el Atlético no pasó ningún apuro en los minutos finales y, de haber marcado alguien, habría sido el conjunto colchonero, pero las contras no funcionaron como debían.