La resurrección de Bale, clave para el futuro de los fichajes del Madrid

Gareth Bale volvió a sonreír tras sus últimos años de incomodidad en el Real Madrid, y a pesar de que parecía que su llegada al Tottenham sería un nuevo fracaso, ahora el galés parece un jugador renovado, referente en ataque en el equipo londinense. Ante esto, el Real Madrid abre la posibilidad a un intercambio en el mercado de fichajes.

El club blanco quiso deshacerse del veloz delantero el pasado verano, teniendo en cuenta su elevado salario, uno de los más altos de la plantilla. Además, no entraba en los planes de Zinedine Zidane, que apenas le dio minutos en la temporada anterior.

Bale, que no tenía prisa por salir de la capital española, tampoco ayudó con su actitud, con malos gestos desde la grada cuando era suplente y poca implicación con el equipo. En varias ocasiones abandonó el estadio antes de tiempo mientras sus compañeros aún estaban en cancha.

Al final la solución fue una cesión al Tottenham, donde Bale había vivido sus primeros años de éxito. Los spurs, sin embargo, pagan menos de la mitad de su salario. Todo indicaba, a juzgar por su rendimiento al inicio de la temporada, que el galés volvería al final de la temporada al Madrid, con el que aún le resta un año de contrato. Pero el escenario ha dado un vuelco evidente en los últimos partidos.

Bale ha sido el gran artífice para que el Tottenham saliera de los malos resultados que atravesaba. En los últimos cinco partidos, tres de la Premier League y dos de la Europa League, de los cuales obtuvieron cuatro victorias, marcó un total de seis goles, incluidos dos dobletes en los encuentros ante el Burnley (4-0) y el Crystal Palace (4-1). Además, en dos de ellos ni siquiera fue titular, en la derrota ante el West Ham (2-1) y en el duelo europeo ante el Wolfsberger (4-0).

«Tal vez ser paciente fue la razón por la que Bale alcanzó el nivel de las últimas semanas», explicó hace unos días su técnico, Jose Mourinho, además de indicar posteriormente que «ya ha superado sus cicatrices psicológicas» en referencia al lastre mental que arrastró su pupilo por las lesiones hasta encontrar su mejor versión.

De esta forma, Bale ha pasado a ser un activo para el Madrid, que con toda probabilidad, si su rendimiento sigue creciendo, tratará de buscar rédito económico a partir del próximo 30 de junio. La mejor opción para los blancos sería una venta con un precio de traspaso, pese a que el único año de contrato que le resta no ayuda, y una nueva cesión al Tottenham, asumiendo esta vez el club inglés toda su ficha, tampoco se vería con malos ojos. Por otra parte, parece muy improbable que Bale juegue de blanco el año que viene, yéndose gratis en 2022, o que renueve. 

Por ello, otra vía que contempla el Real Madrid sería que entrara en un intercambio de jugadores, rescatada esta opción en los últimos tiempos por los estragos económicos debido a la pandemia. En este último escenario, las posibilidades se multiplican, con futbolistas en la agenda blanca como Kylian Mbappé o Erling Haaland.