Bartomeu echa a Setién, pero ni anuncia nuevo técnico ni dimite

El Fútbol Club Barcelona acaba de anunciar lo que era un secreto a voces desde la patética y humillante derrota del viernes ante el Bayern de Munich. Como no podía ser de otra manera, Quique Setién, que llegó en Navidades y tenía un año más de contrato, ya no es entrenador del primer equipo blaugrana. 

"La Junta Directiva ha acordado que Setién deje de ser entrenador del primer equipo. Esta es la primera decisión en el marco de una amplia reestructuración del primer equipo, que se hará con el consenso de la actual secretaria técnica y el nuevo entrenador, que será anunciado en los próximos días". Es lo que dice el comunicado que ha hecho público el Barcelona, después de la reunión de la Junta Directiva que ha tenido lugar durante toda la mañana. 

Se supone que el mejor colocado para ocupar el puesto de Setién de cara a la próxima temporada es Ronald Koeman, mítico jugador del Barça de Cruyff y que ya fue entrenador ayudante de Van Gaal en el Nou Camp a finales de los noventa. 

El problema es que Koeman es el actual seleccionador de la selección de Países Bajos, clasificada para la disputa de la Eurocopa del próximo verano. Habrá que acordar con la federación neerlandesa una salida o la mejor forma de compatibilizar ambas ocupaciones. 

Además, el contrato con Koeman no debería ser superior a un año ya que el próximo año habrá elecciones a la presidencia del club y los diferentes candidatos van con su entrenador predilecto. Los comicios serán, según ha comunicado el Barça, en el primer día de partido después del próximo 15 de marzo; es decir, que Bartomeu no dimite y, pese a la histórica crisis en las que está envuelto el club, convoca elecciones para la fecha más o menos prevista. 

La amplia reestructuración a la que se refiere el comunicado presidencial del Barça no acabará, de ninguna manera, con la destitución de Setién y la llegada del nuevo técnico. En la rampa de salida están jugadores como Luis Suárez, Rakitic, Jordi Alba, Busquets, Sergi Roberto o Arturo Vidal. Piqué fue el único que dio la cara tras la vergonzante derrota de Lisboa y ya adelantó que podría irse y ni siquiera es segura la continuidad de Messi. El problema será, lógicamente, pagar los contratos millonarios que en su día Bartomeu acordó con todas sus estrellas. Y para que ahora se vayan. Un desastre total.