| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Real Madrid 5 - 3 Al Hilal: Un campeón del mundo de dos caras

Tenía que ser así porque así ganó la Champions. Siendo zarandeado y soltando puños que destrozan al rival. El Real Madrid ganó el Mundial de clubes al ganar 5-3 al Al Hilal

| Miguel Queipo de Llano Deportes

Tenía que ser así porque así ganó la Champions. Sufriendo pero golpeando. Siendo zarandeado a veces pero con mandíbula de hierro, y soltando puños que destrozan al rival. El Real Madrid conquistó el Mundial de Clubes, su octavo entorchado como mejor equipo del mundo, tras derrotar 5-3 al Al Hilal de Arabia Saudí. Martillo en ataque, mantequilla en defensa. Incapaz de controlar el partido ante un rival menor. Pero el título va al Bernabéu. Como tantos otros. Y al final es lo que cuenta.

El Madrid de las dos caras se mostró en todo su esplendor en Rabat. Tuvo la suerte de que el adversario era el Al Hilal, que no es el Milan de Sacchi. Con Benzema y Carvajal como titulares, los cambios respecto a la semifinal ante el Al Ahly, el Madrid salió despistado ante el equipo de Ramón Díaz. Como es norma habitual, los contrincantes de los blancos saben que presionando arriba al equipo de Ancelotti le crujen las cuadernas, así que salió a morder y a ver qué pasaba, porque perder era lo normal.

 

Y dio un poquito de miedo al principio. El 29 del equipo saudí, Salem Aldawsari, tuvo un par de internadas peligrosas, mientras el Madrid tardaba en encontrar su sitio. Lo hizo gracias a dos jugadores. Los dos que volvían al once. Benzema encontró espacio entre líneas, porque le flotaban, y desde ahí empezó a diseccionar al cuadro de Ramón Díaz con su escalpelo. Era una autopsia, no una operación. Así que en cuestión de cinco minutillos, en cuanto Karim se puso la bata de médico, el Al Hilal saltó por los aires y la final se decidió, o eso parecía aunque no fue tan claro como esa primera percepción.

 

Pam, gol de Vinicius. Pam, gol de Valverde (el décimo de la temporada, el de la promesa con Carletto, y todavía es febrero). El Madrid reventando a su adversario en cinco minutos primorosos. Y de repente... la desconexión. El Madrid bajó el pistón, el Al Hilal empezó a creérselo y cuando Marega, que es como Lukaku pero disfrazado de Steve Urkel, en un despiste terrible por falta de tensión entre el centro del campo y la defensa hizo el 2-1, el Madrid se descompuso. Sin previo aviso.

 

Siempre Karim.

Fueron los mejores minutos de los de Ramón Díaz. El Madrid llegaba, claro, porque en el Mundial de Clubes el nivel es el que es. Pero no fue hasta la segunda parte, cuando de nuevo se activó Benzema, cuando sentenció el partido y dio esperanzas a los saudíes de empatar. Gol de Benzema, gol de Vincius. Pam, pam. Esta vez sólo hicieron falta cuatro minutos. 4-1 y final sentenciada en cualquier partido en el que no juegue el Madrid, experto en resucitarse a sí mismo y en resucitar muertos ajenos.

 

 

 

Otra vez se desconectó. Y el Al Hilal marcó el 4-2, antes de que Vinicius marcara el quinto en una jugada aislada y Vietto, el ex del Atlético, rematara su doblete en un error digno de Benny Hill de la defensa madridista. 5-3. Y todavía pudo Marega marcar el cuarto del equipo árabe. El Madrid lleva 34 goles encajados en 34 partidos disputados esta temporada. Algo para hacérselo mirar. Por mucho que pudiera conquistar su Octava Copa Intercontinental y vuelva a ser, otra vez más, para desesperación de medio mundo, el mejor equipo del orbe.