| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Real Madrid 1 - 1 Atlético: El Madrid pierde la Liga pero gana un uruguayo

Los madridistas, con uno más durante algo menos de media hora por expulsión de Correa, tuvieron que sufrir para empatar el derbi madrileño (1-1)

| Miguel Queipo de Llano Deportes

El Madrid pierde la Liga pero descubre a un uruguayo. Los madridistas, con uno más durante algo menos de media hora por expulsión de Correa, tuvieron que sufrir para empatar el derbi madrileño ante un Atlético que se adelantó en inferioridad por medio de Giménez, y tuvo que ser su delantero baby, Álvaro Rodríguez, el que lograse la igualada, un empate (1-1) que no tiene pinta de que vaya a servir de nada, porque el liderato en la Liga está a años luz.

Saltó al Madrid con un once extraño al campo. Sin Camavinga, sin Tchouameni, sin Modric. Así que a Kroos, que ejerció de medio centro, le escoltaban en los costados Valverde y Ceballos, con Asensio en el once por Rodrygo y Nacho, quién si no, ejerciendo de lateral izquierdo tras su exhibición en Anfield. Pero los de Ancelotti salieron con el motor rateando al derbi, y el Atlético anduvo mandón en el arranque. Fueron quince minutos, pero los de Simeone eran superiores a su rival.

 

Bien es cierto que sin ocasiones, porque la primera parte aparte tuvo dos, en sendos remates lejanos de Asensio y de Carrasco, pero si dos contendientes a un derbi salen con el freno de mano echado, algo inexplicable dada la situación en la clasificación de ambos equipos y de sus objetivos, estas cosas suelen pasar. El Atlético arrancó bien, el Madrid supo sobreponerse a partir del cuarto de hora y, en el último tramo del primer tiempo, ninguno de los dos mandaba sobre el campo.

La lesión de Reinildo, en una jugada en la que se le fue la rodilla derecha protegiendo el balón en una acción defensiva, puso la nota negativa a un primer tiempo romo en ocasiones, pero con la emoción y la combatividad habituales en partidos de esta índole. Simeone se percató de que a su equipo le faltaba colmillo, así que tras el descanso hizo comparecer en el campo a Correa.

 

Pero el equipo seguía siendo más soso que unas judías verdes de hospital. Igual que el Madrid: estaba quedando demostrado que si el adversario de los blancos es capaz de desconectar a Vinicius, bien sea por sacarle del partido a base malas artes, bien sea porque no le dejan recibir (que es lo que hizo el Atlético), vivirá más tranquilo. Más aún si Benzema sigue en horas bajas y Rodrygo, el Niño Maravilla, está en su casa lesionado.

 

Griezmann, a la hora de partido, intentó sacudir el avispero en busca de un gol, y le acompañó Valverde, pero eran dos espejismos en medio de un partido planísimo. Ancelotti hizo un triple cambio metiendo a Camavinga, Modric y Tchouameni, y en la primera jugada tras los cambios, Correa cometió una absurdez, soltando el codo ante Rudiger, y vio la roja directa, cuestionable. No entró ni el VAR y el Atlético se quedaba con diez, y con lagrimones a estrenar para el partido si llegaba a ir mal.

Los cambios.

Pero no fue así, sino el partido de los cambios. Porque en el momento en el que Ancelotti se decidió a ir a por el partido, con cuarto de hora por delante y metiendo al delantero baby Álvaro en el campo, marcó el Atlético: Giménez, que había entrado por el lesionado Molina, se anticipó al canterano madridista y pulverizó de cabeza a Courtois, ante la incredulidad general.

 

Y entonces, como en el meme de Klopp y Guardiola ("No marques gol, es una trampa"), el Real Madrid decidió comparecer en el encuentro. Y Álvaro, hay jugadores bendecidos, estableció la igualada rematando de cabeza sensacionalmente un córner botado por Modric, como en Lisboa, pero en el 84'. Lo que pasa es que en Liga no hay prórroga. Así que el Madrid, que apretó de lo lindo hasta el final, se quedó sin premio, pese a su superioridad numérica. Descubrió un uruguayo pero perdió la Liga, o eso parece. Sólo el tiempo dirá si mereció la pena.