| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Real Madrid 0 - 1 Barcelona: El Real Madrid vuelve a licuarse en la Copa

Un gol de Militao en propia meta decidió el primer Clásico de semifinales de Copa. Un partido terrible, con poquísima calidad. Da cosa pensar lo que fueron estos partidos y lo que son ahora

| Miguel Queipo de Llano Deportes

Un gol de Militao en propia meta decidió el primer Clásico de las semifinales de Copa. Un partido terrible, peleado pero con poquísima calidad. Da cosa pensar lo que fueron estos partidos y lo que son ahora. El Barcelona ganó (0-1) en el Bernabéu ante un Madrid sin dientes, licuado en la Copa, como tantas y tantas veces. Queda la vuelta, pero casi mejor que los dos equipos nos ahorren el sufrimiento de otro partido.

Apostó Ancelotti por Kroos y por Modric, y eso condiciona el juego del Madrid. Modric sigue siendo diferencial ofensivamente, pero en defensa las piernas no le dan para más que para hacer bulto. Kroos está un par de puntos más lento que habitualmente, pero sigue siendo sumamente inteligente. Todo ello obliga a que tengan que jugar Camavinga para cubrir campo y Valverde para hacer coberturas, y que los de blanco no se puedan permitir demasiadas alharacas.

El Barcelona, con bajas sensibles en el once (Dembele, Lewandowski, Pedri), era un equipo vestido de azulgrana pero casi irreconocible. Xavi sacó un once para defender e intentar pillar a los blancos en una contra (eso del discurso del estilo y la superioridad moral ha pasado al olvido, vaya por Dios) pero poco más. Era una eliminatoria a 180 minutos y no era cuestión de arriesgar.

La cuestión es que el Madrid salió bien. Intentó percutir por la banda izquierda, con Vinicius, pero Araujo le midió relativamente bien. Cambió el guión y Carvajal y Valverde tuvieron alguna internada por la derecha con peligro y hasta Benzema vio cómo le anulaban un gol por fuera de juego claro. El Madrid no era extraordinariamente superior, pero sí estaba mejor sobre el campo. Hasta que Vinicius entró en ebullición y desquició a su equipo, para mal.

Fue en una jugada absurda, una balón dividido en el centro del campo. Pugnaban por él De Jong y el propio Vinicius. Un forcejeo con falta de ambos jugadores pero en el que el brasileño terminó por agarrar del cuello al holandés, lo que determinó que Munuera determinase falta a favor del Barcelona. Vini perdió los papeles, incendiado por el patético teatrillo montado por el club contra el estamento arbitral. Benzema, Kroos y Modric se desesperaban intentando calmar al brasileño, pero en balde. El partiudo entró en ebullición... y el Barcelona lo aprovechó.

 

Un error en la salida de Camavinga permitió a Kessie rematar ante Courtois, el despeje del meta belga rebotó en Militao y Nacho no pudo sacar bajo palos. El VAR confirmó la posición correcta del barcelonista y los de Xavi se adelantaban en la eliminatoria en su primera ocasión y con el Madrid desquiciado gracias a Vinicius. Tan desquiciado que el resto del primer tiempo fue la nada más absoluta, sólo tensión sobre el campo y Gavi yéndose de rositas después de dos entradas muy a destiempo y con los codos arriba.

Vinicius resta.

El Madri debía apretar, era obvio, y en el segundo tiempo volvió a entrar en el partido, con Vini de nuevo domesticado. Es increíble que nadie en el club blanco le haya cantado ya las cuarenta a un futbolista que aporta tanto como lo que te quita cuando se le va la cabeza porque se la calientan. Lo saben los rivales pero nadie le pone remedio. Y cuando conecta el modo cascarrabias, Vinicius resta. Y resta mucho.

Lo malo es que a los blancos, que no fueron capaces de crear ocasiones claras pese a su abrumador dominio, les duró la gasolina poco más de veinte minutos. El Barcelona, recogido alrededor de De Jong y de Kessie, fue capaz de arrebatarle el balón al Madrid y casi marcar el 0-2, en un remate del ex milanista, el mejor de su equipo, que sacó Ansu Fati con Courtois superado. Con Kroos y Modric asfixiados, el Madrid desapareció.

Ni la entrada de Rodrygo, Tchouameni ni Álvaro mejoró el Madrid. Ceballos, el mejor centrocampista blanco durante el crudo invierno, desaparecido y sin minutos, como Asensio. Quedan 90 minutos de la vuelta, pero las cosas pintan mal para los de Ancelotti. Ganó en el Bernabéu un equipo que no juega competición europea en marzo. Casi nada. Al menos aún le queda la vuelta, que a saber cómo le llega a dos equipos planos, planos, planos.