| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Mbappé, en el momento de marcar su primer gol al Barcelona.
Mbappé, en el momento de marcar su primer gol al Barcelona.

Show de Mbappé en el Nou Camp: Con Neymar en el campo, habría temblado el 2-8

El Barça está virtualmente eliminado de la Champions después de caer en su estadio ante el PSG (1-4), con una exhibición descomunal de Mbappé, que marcó tres goles y se coronó rey de Europa.

| Agustín Díaz Deportes

Mejor para el Barça no pensar qué habría pasado si esta noche en el Nou Camp hubieran estado Neymar y Di María. Porque solo estuvo Mbappé y la estrella francesa se bastó para meter miedo a cualquier aficionado blaugrana. Partido brutal el del joven jugador galo que, si lo de hoy era una competición individual con Messi, no encontró oponente en el argentino.  

Con Piqué recuperado, el Barça salió a que el PSG no le marcara. Y eso a Koeman solo le duró un rato. Los primeros minutos fueron equilibrados y sin opciones claras para ninguno de los dos equipos, si acaso una jugada de gol provocada por Pedri y que Griezmann no acertó a marcar. 

El encuentro cambió radicalmente en el minuto 27, cuando Kurzawa tropezó dentro del área con De Jong que, trastabillado, cayó dentro del área. Messi no dudó y mandó a la red el penalti. Cuarto gol del argentino en Champions, cuarto gol desde los 11 metros. Solo un minuto después, el Barça pudo ampliar la efímera ventaja, pero Dembelé se hizo su habitual lío cuando tiene todo a favor y Keylor Navas detuvo sin problemas su flojísimo disparo. 

Aquellas dos jugadas despertaron a Mbappé y el francés ya no se detuvo por mucho que dos, tres o cuatro defensores intentaran pararlo. En la primera oportunidad que tuvo marcó. Lo hizo tras una fantástica asistencia de Verrati, un enorme regate a Lenglet y un fusilamiento sin contemplaciones ante Ter Stegen. El recital había comenzado. 


Los últimos minutos de la primera parte fueron todo un partidazo con ocasiones para ambos equipos, Griezmann lanzó fuera una buena contra blaugrana y Ter Stegen realizó una par de buenas paradas ante Kean y Kurzawa, pero el seguidor culé sufría ante cualquier cabalgada de ese búfalo llamado Mbappé. 

La segunda parte comenzó con la misma exhibición de la estrella gala y con otra gran acción del portero alemán del Barcelona, pero ese dominio se hizo mucho menos patente a continuación. El asunto era que Mbappé se estaba reservando y por eso el Barcelona pasó a controlar el balón, aunque solo fuera hasta que al francés le diera por aparecer. 

Y apareció en el 65 y lo hizo para adelantar al PSG al marcar un pase de la muerte de Florenzi. Ter Stegen, brillante durante toda la noche, no estuvo ágil para evitar un centro que, tras desviar Piqué, acabó en las botas del delantero deseado por el Madrid. 


Florentino, fíchalo

El show de Mbappé parecía no tener fin y, con espacios, jugó a placer sembrando el pánico en la parroquia culé y en unos defensas que no sabían por dónde les venía. Los aficionados del Madrid llenaban las redes sociales de ruegos para que Florentino Pérez fichara a la bestia cuanto antes.

Y la debacle, ya sospechada durante toda la temporada, comenzó a llegar en el minuto 70 cuando Kean remató solo una falta dentro del área pequeña. Hasta ese momento, lo mejor era el resultado. A partir de ahí, la temporada del Barcelona se podía dar por terminada. 

El Barça, ya sin Piqué, retirado por Koeman, solo podía marcar por un fallo parisino y este se produjo cuando Keylor Navas se empeñó en colaborar con una hipotética remontada blaugrana, pero el rechace de Griezmann salió fuera de milagro

 


Mbappé
se ocupó de confirmar su noche mágica con su tercer gol y el cuarto de su equipo. Definición de crack desde la frontal del área, de primeras y con disparo que se coló por la escuadra. Y a todo esto, ninguna noticia de Leo Messi, con un pie y medio fuera del Nou Camp y la cabeza a muchos kilómetros de Barcelona.