| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Real Madrid 2 - 0 Chelsea: El Madrid baila un Mamiblue

Los de Ancelotti, con goles de Benzema y Asensio, dan un paso de gigante hacia las semifinales. Los londinenses apenas fueron rival ante un Madrid que rindió a un alto nivel otra vez

| Miguel Queipo de Llano Deportes

Se esperaba a un Chelsea tibio, y el Real Madrid le puso a bailar el Mamiblue. Los campeones de Europa se deshicieron (2-0) de los Frank Lampard en un partido en el que los dioses de la Champions sonrieron en el momento exacto a los blancos para que el encuentro, salvo dos minutos al arranque, fuera muy plácido para ser cuartos de Copa de Europa. Benzema y Asensio dejaron la victoria en casa y las semifinales, más cerca.

En un giro inesperado de los acontecimientos, Ancelotti apostó por alinear de inicio... a los mismos que en el 0-4 de Barcelona de la pasada semana. No se puede decir que sorprendiera a nadie, y tampoco lo hizo al Chelsea, que nada más empezar el encuentro dispuso de dos ocasiones galopando en transición ante un cierto desorden blanco y dos pérdidas de Modric en el centro del campo impropias del croata.

Fueron los mejores minutos (dos, por ser exacto) de Joao Felix, el hombre triste. Dicen que el portugues es tan buen jugador como pechofrío. Y siento discrepar: es una fábrica de hielo: en barra, cubitos o en escamas. El jugador cedido por el Atlético se dejó ver esos 120 segundos y no volvió a aparecer sobre el verde, acrecentando su fama de jugador que se esconde en los partidos grandes.

Todo lo contrario que el Madrid. Los blancos, tras el susto inicial y pese a los problemas que sufría por la superioridad numérica londinense en el centro y porque James podía con Camavinga casi siempre, comenzaron a imponer su fútbol. Es decir, a convertir el partido en un correcalles donde el adversario se cree que va a poder marcar pero el que marca, siempre, es el Madrid: la primera que tuvo, a la cazuela, gol de Benzema.

 

La jugada la inició un Carvajal que debe tener un lejano parentesco con Tutankamon. Cuanto más embalsamado aparece, llega la primavera, se quita las vendas, se sacude el polvo y se pone a devorar kilómetros por su banda como si tal cosa. Un gran centro suyo lo remató Vinicius, sacó Kepa con apuros y Karim embocó a placer. El 1-0 pudo haber durado un minuto, pero los dioses de la Champions son blancos: Courtois le hizo un paradón para Pornhub a Sterling evitando la igualada y el resto del primer tiempo fue blanco.

El partido se rompió por el centro y las transiciones de Valverde, de Camavinga, de Vinicius destrozan a cualquiera. Ocasiones del propio Vini, de Karim... y con un Rodrygo extrañamente nervioso, demasiado atacado, desacertado con el estoque y algo ido del partido. Al descanso, el partido podía ir 3-1 tranquilamente, pero sólo valía el gol de Benzema. En la habitual sucesión de hechos favorables a los de blanco, nada más superarse el entreacto se lesionó Koulibaly, el mejor jugador de los blues hasta entonces, y Chilwell vio la roja directa por derribar a Rodrygo cuando enfilaba el área de Kepa.

Y de repente, el Madrid se atascó. Cuando el adversario parecía más endeble, cuando más que el conjunto blue era el cuadro mamiblue, los de Ancelotti dejaron de encontrar los resquicios suficientes como para rondar a Kepa con peligro. El resultado era demasiado corto, el Madrid había perdonado, pero el Chelsea estaba con diez y en una eliminatoria europea es obligatorio aprovechar esa circunstancia.

 

Tuvo que ser Asensio, que acaba de entrar, quien aprovechando un córner sacado a la frontal y empalando de maravilla, hizo el 2-0 entre las piernas de Fofana. Quedaban quince minutos y el marcador era el perfecto para que el Madrid fuera a definir la eliminatoria, yendo con todo a reventar a los de Lampard, ateridos de frío en la primavera madrileña. Pero tampoco era cuestión de pedirle más cosas a los dioses de las competiciones europeas. El 2-0 es un gran resultado para la vuelta. Las semifinales están un buen paso más cerca. Lo que se espera del defensor del título.