| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Uno de los disparos de Luis Suárez sobre la portería del Levante.
Uno de los disparos de Luis Suárez sobre la portería del Levante.

La mala suerte deja al Atleti sin puntos ante el Levante y la Liga se aprieta

El Levante asalta el Metropolitano (0-2) en un encuentro que empezó con la típica empanada atlética y que acabó con una brillantísima segunda parte que, pese a las ocasiones, no tuvo premio.

| Agustín Díaz Deportes

El Atleti lleva un mes compareciendo en los partidos con una empanada o caraja, llámenla ustedes como quieran, considerable. No será una cuestión de relajamiento, pero, claramente, es un debe en la función de Simeone, que no es capaz de mentalizar a sus jugadores, líderes destacados en el campeonato, para que salgan al partido entonados. 

Solo cuatro días después de empatar con el Levante en Valencia, enfiló el encuentro pelín confiado. En Orriols fue muy superior al conjunto granota, pero dejó de ganar dos puntos. Quizá por esa superioridad del miércoles, salió fatal al partido del Metropolitano. Insistió Simeone en los tres centrales, aunque fue en el minuto 40 cuando tuvo que cambiar a un 4-4-2 más convencional. Felipe sigue sin rendir bien en el centro de la defensa, Marcos Llorente es un superjugador en cualquier puesto, pero no tanto en el carrilero derecho, y Renan Lodi ha perdido toda la chispa y el buen pie que tenía el año pasado. Para colmo, regresó Joao Félix después del COVID y la enfermedad se notó en su errático comportamiento. Todo ello condimentado con una falta coral de lucha y disputa que ofenden al más pintado de los seguidores colchoneros. 

El Levante se pudo adelantar en el minuto 7 del partido. Empezó en un saque de esquina a favor, que el Atleti cerró de pena. Un grandísimo pase de Rochina dejó a Morales solo ante Oblak, que pese al mal segundo control del madrileño, no salió y vio, ya superado, cómo el balón le pasaba a su lado y por fuera del palo. Un auténtico milagro, de esos que acostumbraba a hacer el esloveno, aunque esta vez sin tocar el balón. 

No sirvió este susto para que el Atleti despertara y la primera parte discurría mucho más equilibrada que el partido del miércoles y sin apenas oportunidades para ninguno de los dos equipos, pero con un runrun, artificial, claro, en el ambiente, de que algo gordo iba a pasar. Y pasó. 

Justo a la media hora, el Levante se adelantó en el marcador. Séptimo partido consecutivo que el Atleti encaja gol. Todo un récord negativo nunca conocido en la histórica era de Simeone. Volvió a ser Morales y el disparo volvió a pegar en un defensor atlético para despistar definitivamente a Oblak. 

Se rebrincó un poco el Atlético en los últimos minutos de este malísimo primer tiempo, pero alguna que otra andanada rojiblanco no puso en grandísimos problemas a Cárdenas, el sustituto de Aitor en la portería del Levante, que abortó con despejes un par de disparos de Luis Suárez. 

Extrañamente, no tocó nada Simeone en el vestuario y el Atlético salió con los mismos jugadores a la reanudación, aunque en el 53 se vio obligado a retirar a Giménez por su enésima lesión muscular; por el entró Lemar, al que el equipo había echado mucho de menos en los últimos encuentros. 


Cinco ocasiones clarísimas en cinco minutos

Cuatro minutos después, ¡cinco! oportunidades consecutivas, clarísimas todas, para que el Atleti empatara. La primera, una impresionante falta directa lanzada por Luis Suárez, que se estrelló en el palo con Cárdenas ya batido. La de goles del uruguayo que ha evitado Messi por lanzar todas las faltas en el Barcelona. Qué maestría la del charrúa en los lanzamientos directos. 

Y, acto seguido, dos pases de la muerte que desaprovechó Joao Félix en la misma línea de gol. Después, un gol de Ángel Correa anulado por Melero López por una supuesta falta de Luis Suárez. Y, por último, cabezazo de Marcos Llorente que se fue ligeramente por encima del larguero de Cárdenas. Un festival ofensivo increíble, que concluyó con el 0 en el marcador del Atleti.  

Siguió combinando de buenísimas maneras el Atlético y Cárdenas, héroe ya del encuentro como Aitor lo fue el pasado miércoles, rechazó un nuevo zapatazo de Joao Félix. El Atlético ya no es que fuera merecedor del empate, con un cambio de actitud brutal, sino de la clarísima victoria, pero el balón no quería entrar de ninguna manera.

Desesperado como estaba por la cantidad de ocasiones perdidas, Simeone hizo debutar al francés Moussa Dembelé, fichado en el mercado de invierno, pero ausente por COVID, que sustituyó al capitán Koke. El Atleti lo siguió intentando, pero no era la tarde. La lista de encuentros que el equipo de Simeone ha ganado en las últimas temporadas con muchísimas menos ocasiones que las que han tenido ante el Levante sería infinita. 

Lemar, imprescindible ya en el esquema atacante del Atlético, tuvo la última oportunidad del encuentro, pero Cárdenas realizó una de las paradas de la tarde al desviar su disparo. Justo después, Luis Suárez envió fuera. El Atleti perdió un partido con 25 remates a la portería contraria. Si un equipo ha de caer, que lo haga así. 

Y en la última jugada del encuentro, con Oblak en el área del Levante para rematar un córner, De Frutos contragolpeó y, sin portero, marcó el gol de la victoria desde la línea del medio del campo. Por cierto, el portero esloveno reclamó, sin éxito, un penalti, que el árbitro no concedió. Tanto el Madrid como el Barcelona ven ahora la Liga de otra manera.