| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Nada de traición; a Mbappé le entró el canguelo

"Mejor para el Real Madrid que Mbappé le haya dado ahora calabazas. Ha demostrado que no está preparado o que básicamente no vale para defender su escudo".

| Francisco J. Molina Deportes

Después de tanto tiempo vendiendo la moto, me pongo en el pellejo de cualquier aficionado madridista y entiendo su decepción, cabreo o malestar tras la marcha atrás de Mpappé. Lo único que se le puede reprochar al galo es que no haya dado a conocer su decisión antes. De esta manera hubiera dejado al Real Madrid con margen de maniobra en el mercado.  La jugarreta del galo provocó hace unas semanas que la Casa Blanca desechara el fichaje de Haaland. Ahí la avería ha sido morrocotuda. Ya puestos, el noruego tiene la misma potencia y más gol que el galo. 

Mbappé ha tenido la sartén por el mango en todo momento. Él ha jugado a dos cartas en todo este tiempo. No quiso cerrarse ninguna puerta y supo manejar a la perfección todos los tiempos, dejando su imagen libre de toda sospecha hasta el pasado sábado. Todo un maestro del ajedrez. Ha sabido mover sus piezas en el tablero  con una facilidad pasmosa. Por momentos jugaba con blancas como con negras. 

Mbappé ha decidido seguir en París. Y los madridistas deben aceptarlo. Entraba dentro del juego. Se habla de traición del galo, pero yo lo ve más como canguelo, temor o miedo del futbolista. Él cree que sale ganando continuando en el PSG. Para empezar así será. El galo se convierte en el mejor futbolista pagado del mundo. Allí se ve creciendo. Eso ya es más discutible. Si se conforma con seguir aumentando su palmarés con Ligue 1 y Copas de Francia, eso no le dará para ser futuro Balón de Oro.

La clave para hacerlo es conquistar la Champions y es ahí donde radica el meollo de la cuestión. De momento, el PSG ha pinchado en hueso pese a la millonaria inversión de petrodólares en los últimos tiempos. Con su continuidad se aseguran más y más pilas de millones.

En todo caso, es legítima su postura. Desecha ser la estrella del club más laureado del planeta y seguir en su actual zona de confort. Si no ha dado su sí quiero al Madrid, eso pone en duda su rol de crack. Su compromiso de pertenecer a un club obligado y exigido a ganar siempre. Puede que esa presión le haya superado y que le haya provocado que le temblaran las piernas. Eso se llama canguelo. 

Mejor para el Real Madrid que le haya dado ahora calabazas. Ha demostrado que no está preparado o que básicamente no vale para defender su escudo. Además, la llegada del galo hubiese supuesto la perdida de protagonismo de los Rodrigo y Vinicius. Dos futbolistas jóvenes con una proyección brutal. Entonces, ¿para qué Mbappé?