Intercambio de "recados" entre Sergio Ramos y Piqué tras el Clásico descafeinado

Tras el 2-2 cosechado ante el Real Madrid en medio de la polémica arbitral, el FC Barcelona celebró ante los aficionados que asistieron al clásico disputado en el Camp Nou el doblete de Liga y Copa del Rey conseguido este curso.

Tras el pitido final del árbitro, los jugadores azulgrana se quedaron en el círculo central del césped y, animados por la música y el confeti azulgrana, agradecieron el apoyo de los seguidores durante la presente temporada.

Los componentes de la primera plantilla, también los descartados, dieron una vuelta de honor y aplaudieron a los aficionados que se quedaron a celebrar el doblete.

Como no podía ser de otra forma, el maestro de ceremonias fue Gerard Piqué que ya la había liado en el túnel de vestuarios durante el descanso enfrentándose con Nacho. El central culé se acercó al jugador merengue para comentarle algo mientras se tapaba la boca, a lo que el canterano madridista respondió con aspavientos y muy enfadado: "¡Cómo te puedes quejar, si nos han expulsado 17 veces ya!".

No contento con eso y micrófono en mano, Piqué volvió a hacer de las suyas y se refirió al eterno rival: "Como éramos campeones de Liga y no nos han hecho el pasillo, pedimos al cuerpo técnico que nos haga el pasillo. Este es el pasillo de los hombres que cuidan del Barça".

No fue el único "recado" de la noche. Aunque el Clásico se tildó de "descafeinado" porque ya estaba todo el "pescado vendido" en Liga, poco antes, Sergio Ramos también aprovechó los micrófonos, en este caso de la prensa, para lanzar un dardo envenenado al eterno rival.

Así, Ramos comentó que los jugadores del Barcelona metieron presión al árbitro en el descanso: "Le han dicho de todo, se han volcado con él y eso no es fútbol".

Sobre su discusión con Luis Suárez, dijo que "cada uno es de su padre y su madre. No estamos para educar a nadie. Suficiente tengo con los tres niños que tengo en casa".