Lewandowski y Raphinha afianzan al Barça como líder y meten presión al Madrid

El Barcelona se impuso por 1-2 al Betis en el partido aplazado de la jornada 17 de la Liga. Los azulgranas fueron mejores, pero acabaron sufriendo como últimamente le sucede en cada choque. Raphinha y Lewandowski sentenciaron el partido, pero Koundé, con un tanto en propia meta, le regaló opciones a los verdiblancos. Los de Xavi duermen ocho puntos por encima del Real Madrid.

No necesitó esta vez el Barça de una tanda de penaltis como en la Supercopa de España para imponerse al Betis. En esta ocasión Raphinha y Lewandowski fueron suficientes para hacer los dos tantos con los que los de Xavi Hernández le meten presión a un Real Madrid que este jueves recibe en el Santiago Bernabéu al Valencia en el partido también aplazado.

Sin el lesionado Dembélé la gran novedad era la vuelta de cuatro centrocampistas con Raphinha y Lewandowski -que volvía a la Liga Santander- como hombres más adelantados. Gavi, Pedri, Busquets y De Jong formaban en la medular, por delante de Koundé, Christensen, Araújo y Balde. Por detrás, el seguro de vida Marc-André Ter Stegen. Ferran Torres, que volvía tras cumplir su sanción de dos encuentros, en el banquillo.

La primera mitad se caracterizó por la intensidad de ambos conjuntos. Los locales esperaban atrás al Barcelona y una vez que robaban el cuero intentaban tirar algún contragolpe, pero coger descolocada a la zaga culé era muy complicado. Y eso si llegaban, porque esta táctica de cuatro centrocampistas permite a los de Xavi Hernández presionar rápidamente una vez perdían el cuero, imposibilitando esa salida cómoda de los locales.

"BEEEEEEEEEETIS".

El jugador número 12 está preparado: Ambientazo en el Villamarín. #LaCasadelFútbol #LaLiga pic.twitter.com/zyjcTJJiiX

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La gran ocasión del primer acto corrió a cargo de Pedri, que tras dejar sentados en un metro cuadrado a dos rivales optó por intentar llevarse también a Rui Silva. El guardameta metió una mano salvadora y Xavi se enfadaba porque el canario podía haber optado por chutar o pasar a algún compañero que andaba por la zona.

El Betis también se acercaba al área de Ter Stegen, pero a cuentagotas y gracias a los contragolpes que podían tirar bien. Borja Iglesias mandó un balón a las nubes y Luiz Henrique no hizo gol porque Balde se interpuso bien en la trayectoria de un balón que parecía que cogía dirección a la portería del portero menos goleado del viejo continente.

Ricardo de Burgos Bengoechea dejaba jugar y eso iba encendiendo al público del Villamarín, pero tampoco dejaba contento a los jugadores culés, que vieron cómo se les anulaba un tanto a Raphinha por fuera de juego. El brasileño, al igual que Lewandowski, muy impreciso sobre el verde durante los primeros 45 minutos siguiendo en su línea de la irregularidad.

En el segundo acto Pedri volvió a toparse con Rui Silva, que metió una mano providencial a un zurdazo bastante bueno del ex de Las Palmas. Mientras, el Betis seguía igual: sin dar espacios en defensa e intentando montar contragolpes. Lo negativo para los verdiblancos, que cada vez que llegaban al arco de Ter Stegen lo hacían ya casi sin fuerzas y el guardameta alemán no pasaba apuros.

Acabar sufriendo

Pasada la hora de juego llegó la acción que salvó el partido de Raphinha. De Jong sacó rápidamente una falta para Balde, que al penetrar en el área colgó un balón al segundo palo donde estaba el ex del Leeds para empujar el cuero. Protestas de los béticos a Ricardos de Burgos Bengoechea, que dio como válido ese tanto de los azulgranas, pese a que la falta no se sacó desde el sitio exacto de donde se cometió.

El Betis recorta distancias. Koundé, en propia puerta. #LaCasadelFútbol #LaLiga pic.twitter.com/bV2BUYdv6c

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Con ventaja en el marcador había que ver si el Barcelona volvía a sufrir en los últimos minutos como en las últimas semanas o esta vez lograban los tres puntos de manera más cómoda. Mientras Pellegrini agotaba sus cinco cambios, Xavi no había movido el banquillo porque confiaba en los suyos y no le fallaron, porque Lewandowski hizo el segundo a la salida de un córner.

Tras el 0-2 ya entró Ansu Fati por Raphinha, pero sólo quedaban 10 minutos por delante para el canterano. Por lo menos tuvo 4 más que un Ferran que entró por Gavi. Se daba por hecho que ya tenían los puntos en el bolsillo, pero Koundé, con un gol en propia meta innecesario porque no tenía ningún tipo de oposición, regaló un tanto al cuadro local. Pidieron la hora los culés, pero no sufrieron en exceso como en otras ocasiones y acabaron llevándose la victoria de Heliópolis.