| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La vicepresidenta Calviño y la ministra de Hacienda, este martes tras el Consejo de Ministros.
La vicepresidenta Calviño y la ministra de Hacienda, este martes tras el Consejo de Ministros.

El gobernador del Banco de España echa por tierra el optimismo de Calviño

Moncloa lanza un mensaje de "brotes verdes" en el pistoletazo de salida de la elaboración de las Cuentas Públicas para 2021. En el mismo día en que le sitúan ante la cruda realidad.

| Javier Ruiz de Vergara Economía

El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida a los primeros Presupuestos de Pedro Sánchez. Y pese a los pronósticos negativos del FMI, del Banco de España o de prestigiosos organismos de estudios como Funcas, Moncloa retrocede una década y Nadia Calviño, como en su día Elena Salgado, se apunta a los brotes verdes de la economía en 2021. Un escenario que se ha encargado de congelar de inmediato el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que ve las cosas muy distintas. Más aún si el Gobierno no se remanga ya.

La presentación este martes de la senda de déficit y el techo de gasto, el paso previo a la aprobación del proyecto de ley de los Presupuestos, se han convertido en un chute de optimismo para el Gobierno y, en este caso, para las dos cabezas visibles del área económica. "La recuperación económica está en marcha", ha sentenciado la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que ha insistido en que la previsión del Gobierno progresista dibuja ya una "uve asimétrica" y "un fuerte crecimiento de la economía en 2021".

Los planes del Gobierno aprobados este martes aumentan el llamado techo de gasto un 53,7%, hasta los 196.097 millones de euros, la cifra más alta nunca registrada en España. Economía empeora a la vez su  previsión de déficit público, al augurar un desajuste del 11,3% del PIB este año, y ha establecido una tasa de referencia de déficit del 7,7% en 2021, asumiendo el Estado 31.882 millones del déficit de la Seguridad Social y las comunidades autónomas.

"Esperamos un fuerte crecimiento en 2021 al que se puede dar un impulso adicional si como país aprovechamos los fondos comunitarios y que permitirá que la economía recupere en 2022 los niveles previos al estallido de la pandemia", ha vaticinado Calviño.

En este escenario optimista, la Vicepresidencia Económica augura que la economía crecerá el próximo año un 7,2%; el consumo privado mejorará un 8,3% y la inversión un 7,2% el año que viene. También espera que el sector exterior también se apunte a esos citados brotes verdes en sus exportaciones (11,7%).

Un optimismo que también se ha contagiado a la titular de Hacienda, María Jesús Montero, que tampoco ve un problema en los vaticinios alarmantes sobre deuda y déficit. "La reducción del déficit será muy clara en 2021. Una de las mayores reducciones registradas en nuestro país. Y esta reducción no se va a hacer con recortes y austeridad, como hicieron otros gobiernos, será una reducción que refuerza el estado de bienestar y sin dejar a nadie atrás.

 Jarro de agua fría del Banco de España

Pero apenas unas horas antes, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha dibujado un escenario mucho más preocupante y nada condescendiente. Más aún, ha insistido en la urgencia de reformas estructurales para evitar el colapso económico.

 

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, este martes en el Congreso de los Diputados.

 

Durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital de la Cámara Baja, Hernández de Cos ha señalado a la productividad como "principal factor del bajo crecimiento de la economía" y urgido a acabar con un mercado de trabajo "disfuncional", de paro de larga duración y una dualidad "fuente de desigualdades".

Para afrontar las políticas económicas a partir de ahora, el gobernador ha llamado a identificar los "daños estructurales" que se están produciendo en sectores de la economía, tipos de empresa o grupos poblacionales, advirtiendo además que "en la medida en que la crisis se alargue, va a ser muy difícil evitar esos daños".

Además, como propuestas, De Cos ha insistido en diseñar un programa de reformas -"ya era necesario, ahora es fundamental"- que, ha dicho, podría reducir costes a los agentes económicos para mejorar la inversión y el consumo, así como un plan de consolidación fiscal y de saneamiento de las cuentas públicas.