La inflación baja al 3,3% por el impacto de la guerra

El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha descendido en marzo hasta el 3,3% interanual, un retroceso mucho mayor que el anotado por la inflación subyacente, que solo ha bajado una décima, hasta el 7,5%, y el cual se debe al 'efecto base' provocado por la guerra en Ucrania. 

Marzo de 2022 fue el primer mes en el que la inflación se vio por completo impactada por la guerra de Rusia en Ucrania. Febrero de 2022 marcaba un IPC del 7,6%, en plena escalada de precios, pero el conflicto provocó un salto en la cifra hasta dejar el IPC en el tercer mes del ejercicio en el 9,8%. 

Esta moderación de la tasa de crecimiento interanual del IPC sitúa la inflación en su menor nivel desde agosto de 2021, cuando se registró también una tasa del 3,3%, y supone romper con dos meses consecutivos de ascensos que llevaron el IPC hasta el 6% el pasado mes de febrero. 

IPC, un baño de realidad

Por su parte, el IPC subyacente, que excluye de su cálculo a la energía y los alimentos no elaborados, se mantiene cerca de máximos, en el 7,5% respecto al mismo mes de 2022. La crisis energética se ha convertido en una crisis de inflación extendida a toda la cesta de la compra, con especial incidencia en la alimentación. 

Desde el Ministerio de Economía, el descenso sostenido del precio de la electricidad derivado de la llamada 'excepción ibérica' y el resto de las medidas adoptadas por el Gobierno para contener los precios han sido factores clave para que la inflación española se sitúe entre las más bajas de Europa. 

Donde también se ha notado un respiro es en el dato intermensual, donde los precios avanzaron un 0,4% de febrero a marzo en el índice general, frente al 0,9% que repuntó el mes previo y el 3% de un año antes. La evolución de la subyacente también fue mayor en esta medición y los precios filtrados a la cesta de la compra subieron un 0,7%.