El COVID-19 también merma la recaudación del Estado al cancelarse la Lotería

Otra de las consecuencias de la epidemia de coronavirus para nuestra vida diaria ha sido la supresión de la venta de todos los juegos de Loterías y Apuestas del Estado (Lotería Nacional, Primitiva y Quiniela), así como de la comercialización y el pago de premios inferiores a 2.000 euros de los juegos de loterías en los puntos de venta habituales y la venta online de los mismos.

Los premios superiores a 2.000 euros podrán seguir cobrándose en las entidades bancarias que estén abiertas, si bien como el período de caducidad estará igualmente suspendido, Loterías ha recomendado no acudir a las entidades financieras hasta el fin del período de vigencia del decreto para este tema, y así priorizar la salud de la sociedad.

La decisión viene derivada del Real Decreto que declaró el estado de alarma en el país por la crisis sanitaria causada por el COVID-19. Empezó el pasado lunes, 16 de marzo, y se extenderá de manera indeterminada. Además de las consecuencias para la población, que tendrán que guardar sus boletos hasta que se puedan celebrar los sorteos, el Estado verá reducidos notablemente sus ingresos por recaudación tanto directa como indirecta.

En 2019 Loterías y Apuestas del Estado realizo ventas por valor de más de 9.000 millones de euros que dejaron en las arcas nacionales más de de 2.25o millones de euros después de restar las partidas de premios (un 64%), comisiones (7%), publicidad (1%) y otros gastos menores. Hacienda recaudó en tributos cerca de otros 420 millones, lo que deja la cifra global que el gobierno recibe de mano de los juegos de LAE en más de 2.600 millones de euros, sin duda un montante clave para muchas de las medidas que luego pretenden aplicar.

En el caso de la ONCE, también ha cancelado todos sus sorteos sin fecha y los décimos servirán de la misma forma para cuando se celebren, mientras que por el momento siguen vigentes los sorteos de Euromillones y el Millón.