| 06 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al firmar su pacto de Gobierno
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al firmar su pacto de Gobierno

El Gobierno aprovechará la pandemia para subir los impuestos como pocas veces

La profunda recesión, con caídas en España inéditas en el resto de Europa, no varía la hoja de ruta fiscal de Moncloa: Sánchez e Iglesias ultiman una presión fiscal sin precedentes.

| Andrea Jiménez Economía

El paisaje económico es casi apocalíptico: se espera un paro del 20%, la deuda pública puede llegar al 128%, el hundimiento del PIB superará el 12% y el déficit se desbocará. Pero nada de eso parece cambiar los planes del Gobierno en materia impositiva: el "palo" al bolsillo parece garantizado.

Lo había avisado Pedro Sánchez. Se iba a llevar acabo una "reforma fiscal", pero no a la baja como ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sino que el Gobierno ultima una subida de impuestos inminente para que esté incluida en los nuevos Presupuestos Generales del Estado, utilizando la pandemia como excusa.

De hecho, ya era una de las líneas programáticas firmadas por Sánchez e Iglesias en su acuerdo para formar la coalición de Gobierno, tal y como señaló el pasado jueves el propio Iglesias, por lo que el Ejecutivo ha visto la oportunidad perfecta para llevar a cabo su gran subida de impuestos.

 Bajo el eufemismo de que las nuevas cuentas incluirían "elementos de justicia fiscal y redistribución" para corregir la brecha de recaudación de 7 puntos con Europa, se revisarán al alza las tasas a grandes patrimonios y rentas altas, aunque se pospondrá la reforma fiscal en profundidad inicialmente prevista, todo ello en un momento de crisis económica sin precedentes.

El acuerdo fiscal para alcanzar una propuesta conjunta en el seno del Gobierno de coalición y de cara a las nuevas cuentas está "muy avanzado" y está siendo negociado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y por parte de Unidas Podemos el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, tal y como han confirmado a ESdiario fuentes cercanas al Ejecutivo, que no ven incompatibilidad entre esa medida y el "rescate" económico de Europa, que además tardará meses en llegar.

Dicho acuerdo, se centrará sobre todo en subida de impuestos a los grandes patrimonios y rentas, exigida por Podemos desde el principio, por lo que los Presupuestos de 2021 ya podrían incluir las propuestas sobre estos tributos plasmadas en el acuerdo que rubricaron Sánchez e Iglesias para formar el Gobierno.

Subida en el Impuesto de Patrimonio, en Sociedades y el IRPF

La propuesta contempla un incremento al 1% del tipo del Impuestos de Patrimonio a las fortunas de más de 10 millones de euros, así como el establecimiento de un tipo mínimo del 15 % en Sociedades para las grandes empresas y del 18% para la banca y las petroleras.

En cuanto a las rentas, el acuerdo programático de Gobierno proyecta a una subida de 2 puntos del IRPF para rentas superiores a 130.000 euros anuales y de 4 puntos para las de más de 300.000 euros, si bien previsiblemente estos términos de incremento impositivo podrían variar.

Estos cambios impositivos no son nuevos, si no que figuraban en el fallido proyecto presupuestario de 2019 y están siendo debatidos en la actualidad, por lo que podrían sufrir modificaciones. Y en todo caso, impactarán en todas las figuras fiscales de una manera u otra: las empresas pueden repercutirlo en sus plantillas, generándose además una dinámica de subidas en la fiscalidad indirecta o municipal aprovechando el momento,

Pero no son los únicos impuestos que plantea 'tocar' el Gobierno, ya que el acuerdo programático ya contemplaba medidas como un gravamen del 5% de los dividendos a empresas, la creación de las tasas 'Tobin' y 'Google' (ya en tramitación), la equiparación del diesel con la gasolina o una nueva ley de lucha contra el fraude, entre otros.

 

 

También, en junio el Gobierno aprobó la creación de un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables con el objetivo de reducir su uso, de carácter indirecto y que gravará con 0,45 euros por kilogramo su fabricación, importación y adquisición intracomunitaria cuando vayan a ser objeto de utilización en el mercado español.

La negociación de los presupuestos

Por su parte, la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también ha asegurado que tiene elaborado el 80% del Presupuesto de 2021 y que la "dificultad" estriba en el 20% restante que se tendrá que discutir con todos los grupos para incorporar las cifras finales de ese consenso al proyecto presupuestario.

De esta forma, el Gobierno de coalición espera cerrar este acuerdo fiscal para iniciar las negociaciones con el resto de grupos con el fin de presentar a la mayor brevedad la nueva senda de déficit, junto al límite de gasto no financiero ('techo de gasto') y seguidamente el proyecto presupuestario.

Sin embargo, aunque desde el Gobierno se insiste en que primero hay que cerrar un texto y después negociarlo, lo cierto es que ya se están dando los primeros contactos para sacar adelante las cuentas. De hecho, Iglesias, se ha reunido de forma paralela a la vicepresidenta Carmen Calvo, con Bildu y ERC, con el objetivo de conseguir los apoyos que llevarón a Sánchez a la Moncloa.

Por su parte, Calvo también ha mantenido contacto con otras formaciones políticas como Ciudadanos, que han dejado claro al Gobierno que, habida cuenta de la situación, tendrá que elegir si pactan unas cuentas moderadas con la formación naranja o bien optan por el camino marcado por Iglesias y los separatistas.

Sea como fuere, aún falta por conocer el grueso del texto y parece que Sánchez tiene más claro el camino que llevarán sus cuentas, ya ha hecho sus particulares guiños a ERC y a Bildu, soliviantando los ánimos en la oposición al llegar incluso a lamentar profundamente la muerte de un etarra. Todo para que las cuentas de Montoro no sigan vigentes.