| 04 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Sánchez, cercado por la tormenta económica y la ausencia de respuestas

El Gobierno está noqueado por problemas que no quiso ver y después ha gestionado irresponsablemente. Hace falta una alternativa y Feijóo se la ha ofrecido para retratar a Sánchez.

| ESdiario Editorial

 

Con malas previsiones del FMI para España en crecimiento, inflación y tasa de paro; el Banco Central Europeo acaba de anunciar además que abandonará su política de compra de deuda, quizá ya a partir de junio y que, mientras llega ese momento, mantendrá los tipos de interés al 0%  

La combinación de ambas decisiones supone un enorme problema económico añadido para España, que tiene en el BCE al prácticamente único comprador de su deuda y en la política de tipos de interés nulos un recurso para ahorrarse miles de millones al año. 

Cuando Europa deje de comprar deuda y empiece a subir los tipos de interés, el Gobierno perderá su gran flotador y deberá cambiar de política de una u otra manera: aunque la pandemia y la crisis han sido dos problemas inmensos; ningún Gobierno precedente al de Sánchez ha tenido a su servicio tanta ayuda de Bruselas con los Fondos Europeos ni tanto auxilio del BCE con la compra de deuda y los tipos de interés. 

España deberá buscar otros compradores de deuda o recurrir al “fondo de emergencia” creado para la pandemia, lo que le situaría en la misma “división económica” que a Grecia y elevará la posibilidad de que suba la prima de riesgo: al haber menos compradores de los bonos españoles, sus intereses subirán y con ello la prima. 

La propuesta de Feijóo en el sentido contrario, con una rebaja fiscal para los ciudadanos y las familias, termina de retratar a Sánchez y ofrece una alternativa esperanzadora

El objetivo del BCE parece claro y se impone a todos los demás: reducir la inflación hasta acercarla a su objetivo del 2%, del que España está especialmente lejos. De hecho, es entre 4 y 6 puntos superior a los de los países de su entorno inmediato, Francia, Portugal e Italia. 

El papel de Europa

Todo ello hay que incluirlo en un contexto estructural ya muy grave de España: duplica la deuda y el déficit previstos en el Pacto de Estabilidad (suspendido pero no anulado por la pandemia); está a la cabeza del paro en Europa y soporta ya uno de los mayores cinco esfuerzos fiscales del mundo. 

No adoptar medidas de recorte del gasto público sin tocar los servicios es una temeridad y aboca a España a la UCI económica. Europa lo sabe y emite discretos avisos al Gobierno periódicamente, que pese a ello no cambia de hoja de ruta y mantiene su sorprendente apuesta por disparar el gasto público e intentar compensarlo con subidas de impuestos masivas.

La propuesta de Feijóo en el sentido contrario, con una rebaja fiscal para los ciudadanos y las familias, termina de retratar a Sánchez y ofrece una alternativa esperanzadora a los españoles: se pueden hacer otras cosas, con otros resultados. Aunque algunos se nieguen con infinita negligencia.