Elecciones en Castilla y León: legítimas y con efectos para Sánchez y Casado

Haya más o menos razones, la decisión de disolver las cámaras en Castilla y León y de convocar Elecciones anticipadas es legal, constitucional y potestativa del presidente de la Comunidad, Alfonso Fernández Mañueco: la Constitución y su Estatuto de Autonomía le reconocen esa atribución, y eso ya le da una pátina de legitimidad por mucho que guste o disguste a socios, rivales y espectadores.

Menos argumentos tuvo en su día Pedro Sánchez para provocar la repetición electoral frente a Rajoy seis meses después de su primera derrota. O, ya en Moncloa, para dar por terminada la legislatura al poco de obtener su primera victoria para tratar de ampliarla, justificándolo por un supuesto desacuerdo con Podemos que culminó, en realidad, con un pacto de coalición para el Gobierno.

Mañueco adelanta las elecciones en Castilla y León y pone la puntilla a Cs tras su "traición"

En el caso castellanoleonés, la tentación de librarse de un aliado incómodo y en declive, como Ciudadanos, era alta y explica en parte la decisión. Pero a la vez, la inestabilidad del partido de Inés Arrimadas y su errática política de alianzas justifica el temor de Mañueco a una jugada política dañina para sus intereses y, de algún modo, para su región.

En la Comunidad de Madrid, Ciudadanos dejó claro que era bien capaz de defender en público una alianza estable con el PP y alentar a la vez una moción de censura con el PSOE que, en el caso de Murcia, llegó a intentarse en balde. Y no son pocos los episodios de alianza naranja con los socialistas, con el caso de su secretario de Organización madrileño entrando en el Gobierno municipal de Alcalá de Henares como último ejemplo.

En caso de dudas sobre la estabilidad de un Gobierno, consultarle a los ciudadanos para que decidan ellos nunca puede ser despreciado

El coqueteo del ya exvicepresidente castellanoleonés con el PSOE y un partido local para enmendar sus propios Presupuestos es otro indicio de la falta de sintonía entre ambos socios, evidenciada con la durísima reacción personal, cercana al insulto, de Igea hacia Mañueco al conocer su decisión.

Impacto en toda España

Por último, nadie con aprecio real por la democracia debe criticar que se consulte a los ciudadanos en las urnas para que ellos diriman las diferencias y pongan a cada uno en el sitio que estimen oportuno: no hace falta que Mañueco tenga toda la razón en sus sospechas sobre Igea para que, con sentirlas, pregunte a los castellanoleoneses y sean éstos quienes resuelvan la disputa, probablemente en favor de un buen presidente con una gestión más que notable.

Los efectos nacionales de estos comicios también son relevantes, pues medirán la pujanza general del PP frente a un PSOE debilitado en todos los sondeos salvo en uno, el del CIS de Tezanos, convertido en una impúdica herramienta de propaganda e inducción del voto en favor de Sánchez. Porque si Castilla y León da a los populares una victoria parecida a la de Ayuso en Madrid, es obvio que el relanzamiento de Casado y la caída de Sánchez serán más probables.