| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, el pasado julio
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, el pasado julio

España ya es un 10% más pobre y Sánchez sigue en el "Salimos más fuertes"

Ni toda la parafernalia del Gobierno puede esconder la terrible realidad de España, con racionamiento, sobreprecios y una situación económica asfixiante.

| ESdiario Editorial

 

La inflación ha llegado en España al 9.8% y se pondrá en días o incluso horas en los dos dígitos: una cifra que no se alcanzaba desde 1985. El país vuelve así a una época en “blanco y negro” que parecía olvidada: la España que acababa de estrenar su democracia y no había ingresado formalmente en la Unión Europea. Aquel año, precisamente, firmó el Tratado de Adhesión.

Aunque Sánchez pretende culpar a la guerra en Ucrania de la situación, lo cierto es que antes de la invasión rusa la inflación ya estaba en el 7.6%. Y todas sus decisiones fueron en el sentido contrario al que reclamaba la situación: disparó el gasto público, subió los impuestos, aprobó reformas como la laboral o la subida del SMI que frenaban la contratación y desechó cualquier Pacto de Estado con la oposición.

 

El resultado es que España vuelve a ser la peor, como en la pandemia. Todos los países sufren dificultades con el coronavirus y la crisis, pero las políticas de Sánchez las han agravado: más destrucción del PIB; menos crecimiento económico; peor inflación que el resto (entre dos y cuatro puntos); más deuda y déficit y las tasas de destrucción de empleo y paro juvenil y femenino más elevadas de Europa.

Hoy los ahorros y los salarios de los españoles valen casi un 10% menos, mientras los suministros energéticos cotidianos cuestan entre un 30% y un 100% más que hace un año

Desde la llegada de Sánchez en 2018, sin pandemias ni guerras, todos los indicadores económicos de España han ido empeorando hasta llegar a una inflación histórica cuyos efectos son fáciles de explicar:

Hoy los ahorros y los salarios de los españoles valen casi un 10% menos, mientras los suministros energéticos cotidianos (luz, gas y combustible) cuestan entre un 30% y un 100% más que hace un año y las subidas de impuestos ya aprobadas obligarán a los contribuyentes a pagar entre 70 y 900 euros más este año por la negativa a deflactar el IRPF.

El momento de Feijóo

Sánchez pide ahora consenso, pero sin ofrecer pactos: mantiene sus reformas y sus decisiones y reclama a los demás que las suscriban. El plan de choque es el último ejemplo de esa actitud: no lo pactó con nadie, lo presentó en un acto con el IBEX 35, no incluye rebajas fiscales y apuesta por endeudar más las arcas públicas.

En ese escenario aterriza el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que tiene ante sí un desafío inmenso: demostrar que hay alternativa a este Gobierno y, a la vez, ser capaz de tender la mano en los asuntos de Estado clave. La tercera opción, respaldarlo sin más, simplemente no existe.