La ley de Sánchez y Montero en auxilio de delincuentes sexuales

Gracias a Pedro Sánchez, que es el primer responsable de todo lo que aprueba el Consejo de Ministros, 17 delincuentes sexuales se han beneficiado en apenas 48 horas de la Ley de Libertad Sexual, conocida como del "Solo sí es sí", con excarcelaciones o rebajas de condena provocadas por la insólita torpeza jurídica de la normativa.

Que todo ello fuera advertido por el Consejo General del Poder Judicial, el PP y VOX, el Consejo de Estado o hasta el Consejo Económico y Social no fue suficiente para que el impulsor del engendro, el Ministerio de Igualdad, tomara nota y rectificara.

Al contrario, Irene Montero se empeñó en presentarla antes del 8M de 2020, en plena amenaza de pandemia, forzando la celebración de una manifestación masiva que explica en buena medida la extensión del virus por Madrid solo unos días antes de que el mismo Gobierno que no puso trabajas a las concentraciones tumultuosas impusiera un confinamiento total en España, declarado luego inconstitucional.

Montero queda en evidencia: ya hay bajada de condenas tras la ley del ‘sí es sí’

Si sangrante es impulsar una Ley que auxilia a los agresores sexuales, aunque no fuera obviamente ésa la intención, mucho más lo es que una vez constatado el estropicio no se rectifique: en lugar de eso, Podemos ha emprendido una alocada huida hacia adelante, acusando a los jueces de conspirar contra Montero y de auxiliar a los delincuentes, desde una supuesta interpretación torticera de la norma.

La réplica es infumable, pero demostrativa del delirio ideológico que mueve a Podemos, y muy especialmente al Ministerio de Igualdad, en todas sus leyes sectarias: porque si la de Libertad Sexual es una locura, la de ampliación del aborto a menores de edad sin participación paternal o la de transexualidad beben del mismo veneno político.

El responsable es Sánchez

Nada de ello ocurriría, no obstante, sin el visto bueno del conjunto del Gobierno y específicamente de Pedro Sánchez, que lejos de enmendar el despropósito antes de que se cometiera o de anularlo cuando se ha constatado; ha presumido de la ley, respaldado a Montero e, incluso, presumido que sentará un gran precedente digno de emular en el mundo entero.

Todas las excrecencias ideológicas que adornar al Gobierno han quedado plasmadas en este caso, que une al desvarío político una agresión al Poder Judicial, para desembocar todo en un peligro social incuestionable que va a dejar en la calle, o más cerca de salir, a cientos o miles de agresores sexuales. Repugnante.